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23 de noviembre de 2024
En estos 40 días se recuerdan los cuarenta años que pasó el pueblo de Israel en el desierto para llegar a la tierra prometida. Concluye el jueves 28 marzo, con esa misa especial como lo es la Cena del Señor
La cuaresma es para el cristiano un tiempo de conversión, de cambio para vivir el tiempo fuerte de la Iglesia. Se conoce como cuaresma el tiempo litúrgico establecido en el calendario cristiano y celebrado por la Iglesia católica, copta, ortodoxa, anglicana y muchas protestantes, aunque a su manera.
Dicho período consiste en un tiempo de penitencia y preparación espiritual para la Pascua que se realiza los cuarenta días previos, de allí su nombre, proviene del latín “cuadragésima”.
Esos 40 días se recuerdan los cuarenta años que pasó el pueblo de Israel en el desierto para llegar a la tierra prometida.
“La cuaresma inicia siempre cada miércoles de ceniza, luego del martes de carnaval. Este día se cumple el rito en la iglesia de ungir a los fieles con la cruz de ceniza en la frente. Un gesto que significa la purga de los pecados del año anterior. Esta fecha es movible, ya que no se tiene un día preciso tanto del miércoles de ceniza como del Triduo Pascual, o Jueves, Viernes y Sábado Santo. Tiempo que invita a todos a la transformación de nuestras vidas, por eso se le llama tiempo de conversión”.
Así lo expresa el padre Jairo Clavijo, párroco de la iglesia Nuestra Señora de Fátima de Barrio Sucre parte baja, quien cita como celebración especial al Jueves Santo, donde se conmemora la última cena de Jesucristo con sus discípulos y el lavatorio de sus pies a manos del profeta.
El Ayuno
La cuaresma no es un tiempo de congoja, dijo el presbítero; sin embargo, es un tiempo de reflexión y recogimiento, conforme a las distintas iglesias que la celebran se suele conmemorar con misas y rezos, así como un ayuno desde el amanecer hasta la noche del miércoles de ceniza y el Viernes Santo, o bien durante los 40 días continuos en sus versiones más estrictas; se dice que no se debe consumir carne, huevos, manteca y otros alimentos. En algunas iglesias se prohíben también el vino y el aceite, todo ello llevado a la tradición.
“En algunos casos también se practica la abstinencia y la reclusión, aunque la mayoría de las iglesias de occidente, del aspecto penitencial de la cuaresma se ha ido colocando cada vez más lapsos”.
Los símbolos de la ceniza
Los símbolos de la cuaresma están asociados de acuerdo a las prácticas que se realizan:
La ceniza: la cruz de la ceniza representa la quema o purga de los pecados previos a la cuaresma, de modo que el feligrés está listo y limpio para el bautismo y la reunión con Cristo.
El color purpura: es el color del Nazareno, es el color de la túnica que Cristo vistió en su calvario y por lo tanto se asocia a la penitencia y al sufrimiento, se le emplea excepto el cuarto domingo, que se sustituye por rosado, y el Domingo de ramos que se cambia por rojo.
La cruz: el símbolo universal de la cristiandad, toma mayor realce en el tiempo de cuaresma que se trata del advenimiento de Jesucristo a Jerusalén.
¿Cuándo empieza y cuándo termina la cuaresma?
La cuaresma se inicia con el miércoles de Ceniza y culmina cada tarde del Jueves Santo, conforme al calendario en curso de los próximos años.
Este año se inicia este miércoles 14 de febrero y concluye el jueves 28 de marzo, con esa misa especial como lo es la Cena del Señor.
Resaltó el padre Clavijo que es importante reconocer y vivir como cristianos católicos, porque somos hijos de Dios, y por ser hombres pecadores que este tiempo nos lleve a una reflexión, en este tiempo fuerte de la Iglesia, tiempo de cuaresma.
“La conversión y el cambio no se hace únicamente en estos 40 días, nos sirve para reforzar, ya que la transformación como seres humanos, seres de bien y creyentes debe ser constante, cotidiana, hasta la muerte”, a modo de meditación explicó el sacerdote.
El pasado
La historia cuenta que la cuaresma comenzó a celebrarse alrededor del siglo segundo o principios del siglo tercero; en el siglo cuarto comenzó a ser una práctica eclesiástica a pesar de que no formó parte del primer Concilio de Nicea del año 325.
“El Concilio I de Nicea es el primer Concilio Ecuménico, es decir, universal, en cuanto participaron obispos de todas las regiones donde había cristianos. Tuvo lugar cuando la Iglesia pudo disfrutar de una paz estable y disponía de libertad para reunirse abiertamente” (tomado de Google).
En el siglo noveno cambia la tradición y se aplica la ceniza con la celebración que se conoce hoy en día.
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