Bochum, Alemania | AFP | 

Nuevo desastre de un Bayern Múnich a la deriva: El club campeón de Alemania registró su tercera derrota consecutiva en una semana al perder 3-2 en el campo del Bochum, este domingo en el cierre de la 22ª jornada de la Bundesliga.

Con 50 puntos, el Bayern sigue segundo pero ve alejarse todavía más al líder Bayer Leverkusen, que el sábado había ganado 2-1 con cierto sufrimiento, pero con la eficacia habitual, en el terreno del Heidenheim.

Los últimos días están siendo una pesadilla para el club más poderoso del fútbol alemán, ganador de las once últimas Bundesligas pero que parece tener complicado sumar la duodécima.

El descalabro en el BayArena de Leverkusen del pasado fin de semana (3-0), en un partido que se presentaba como una ‘final’ anticipada entre los dos grandes candidatos al título, se vio acompañada el miércoles por una derrota 1-0 en Italia ante la Lazio, en la ida de los octavos de final de la Liga de Campeones.

En el partido de este domingo en el Vonovia Ruhurstadion, al que el Bayern llegó muy presionado por la victoria la víspera del Leverkusen, Jamal Musiala adelantó a los bávaros en el 14, pero antes del descanso los locales dieron la vuelta a la situación con los goles del japonés Takuma Asano (37) y de Keven Schlotterbeck (44), ese último de cabeza en un saque de esquina.

En el 76, el francés Dayot Upamecano fue expulsado por cometer un penal y dejó al Bayern con diez. A continuación, Kevin Stöger (78) transformó la pena máxima y distanció al Bochum.

Upamecano ya había sido expulsado por cometer un penal el miércoles contra la Lazio.

Herido en su orgullo, el Bayern tuvo una reacción tardía. Harry Kane, asistido por el francés Mathys Tel, acortó en el 87 y estuvo luego a punto de igualar con una gran ocasión en el descuento final, aunque sin éxito.

Eliminado de la Copa de Alemania, distanciado ahora en la Bundesliga y contra las cuerdas en su eliminatoria de octavos de Champions, el equipo de Thomas Tuchel atraviesa un momento especialmente difícil.

El Bochum, que era decimoquinto antes de este partido, dio un gran salto y se puso undécimo, alejándose de la zona de peligro.