Con mucha fe los feligreses, acudieron al templo San Agatón de Palmira a celebrar el Domingo de Ramos, que casi siempre es el sexto domingo de Cuaresma y recuerda la entrada de Jesús a Jerusalén lugar donde es recibido por personas que agitaban palmas y ramas de olivo.

En la parroquia se celebraron tres eucaristías. En la misa central, oficiada a las diez de la mañana, el acto de recibir los ramos se realizó en al centro Artesanal ubicado en el sector El Abejal, desde allí en profesión los fieles, se dirigieron al templo para participar en la bendición del ramo y seguidamente en la eucaristía.

La misa de este Domingo de Ramos se celebró sin electricidad, no obstante, en el trabajo de logística se tomaron las medidas de previsión y el acto religioso se cumplió sin contratiempos.

La lectura del Evangelio correspondió a la Pasión de Jesucristo narrada por San Marcos.
“Estos días, miremos a Cristo, su amor entregado, quien nos da toda su vida, Bendito el que viene en nombre del Señor, así recibe el pueblo de Israel al rey de reyes, nosotros los bautizados seguimos a Cristo, sabiendo que detrás de toda complejidad de la vida encontramos la luz de la pascua y de la eternidad” dijo el padre Reinaldo Chirinos en la homilía.

Jesús enfrenta lo que es la traición, la humillación y el abandono , todo para darle a su hijos la vida eterna, la obediencia, la humildad y sacrificio se unen para ofrecernos es regalo inigualable, eterno de lo que es la vida eterna, expresó.