El Nazareno iba rodeado de cientos de feligreses
Jonathan Maldonado
Ataviado en su traje color púrpura, y con el Himno Nacional como fondo musical, el Nazareno salió de la Basílica Menor San Antonio de Padua, para recorrer, de la mano de los feligreses, la Villa Heroica de la frontera.
Cientos de devotos presenciaban el momento. Algunos murmuraban oraciones, otros cantaban y también estaban los que, desde el interior de su ser, lanzaban sus plegarias.
Los Nazarenos, enfundados en los tradicionales vestidos y con la cara cubierta, custodiaban la imagen enmarcada de flores naturales que engalanaban la noche del Miércoles Santo.
La primera estación fue a las afueras de la Basílica. De ahí, emprendieron la procesión por diversos puntos de la jurisdicción. En el momento de la caminata, un circuito se hallaba apagado y el otro prendido. Los cortes siguen sin aminorar la fe cristiana.