Este día se recuerda el doloroso tránsito de Jesucristo en su camino a la crucifixión en el Gólgota.
Humberto Contreras
El Viernes Santo, es el segundo día del Triduo Pascual, que concentra los tres días de la pasión de Jesús, iniciada el jueves, cuando lo hacen preso, para llevarlo ante Poncio Pilatos, el emperador romano, para su juzgamiento, acusado de proclamarse Rey de los judíos.
Desde allí inicia su calvario, conocido como Via Crucis, hasta la colina del Gólgota donde es crucificado, y muere, junto a otros dos hombres acusados de ladrones.
Para la conmemoración de este día, los altares de las Iglesias están desnudos, sin imágenes, sin cirios. Es decir, todo lo que se puede mover, ha sido desplazado, después de la misa del Jueves Santo. Todo esto es para mostrar el vacío que sentimos cuando no tenemos a Jesús con nosotros. Hoy tambièn es es día de abstinencia de comer carne.
Un poco de historia
Los sumos sacerdotes del Sanedrín, conspiraban contra Jesús porque este se proclamaba «el Hijo de Dios» y lo consideraban un agitador. Ellos decidieron llevar a Jesús ante Poncio Pilato, el gobernador designado por Roma, quien en primera instancia no lo consideró culpable. Pero la presión que hacía la turba que clamaba por su crucifixión, lo condenó y dijo las famosas palabras: “Yo me lavo las manos”.
Era, según el calendario de entonces, el viernes 14 del mes de Nisan,
La Pasión comienza con la condena a muerte de Jesús. Dicen los Evangelios que tras la sentencia, Jesús fue despojado de sus ropas, golpeado y agredido con piedras. Le colocaron una corona de espinas y le hicieron cargarla hasta el Monte Gólgota, o Monte Calvario, en las afueras de Jerusalén.
Allí fue crucificado junto a dos ladrones. Le colocaron en su cabeza un cartel que decía: “Jesús el Nazareno, Rey de los Judíos”, en las siglas INRI. En ese lugar fue donde pronunció las Siete Palabras, es decir, las siete últimas frases pronunciadas durante su crucifixión.
Las Siete Palabras
Con esta expresión se recuerdan las siete frases que apenas, en medio de su sufrimiento, pronunció Jesús, estando en la Cruz. Todas fueron recogidas en los evangelios:
1.- “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen, dijo Jesús, mientras los vándalos, echaban la suerte para repartirse entre ellos su ropa.
2.- “Te aseguro que hoy estarás conmigo en el Paraíso”, le dijo al ladrón que le había dicho: “Acuérdate de mí cuando estés en el Paraíso”
3-. “Mujer, he ahí a tu hijo”, dijo al ver a María junto a la Cruz, y cerca de ella a Juan, su más querido discípulo, a quien le dijo “He ahí a tu madre”.
4.- “Dios mío, ¿por qué me has abandonado?” Eran ya cerca de las tres de la tarde, cuando Jesús clamó al cielo.
5.- “Tengo Sed”, dijo, sabiendo que ya todo estaba cumplido. Había allí cerca un recipiente con vinagre. Empaparon una esponja, y en la punta de una vara, se la acercaron a la boca.
6.- “Todo está consumado”, dijo luego de beber el vinagre.
7.- “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu” Seguidamente inclinó la cabeza y expiró.
Las 14 estaciones
El Vía Crucis, también llamado Vía Dolorosa, es un acto devocional que conmemora la Pasión de Cristo mediante catorce estaciones, que representan las distintas etapas por las que pasó Jesús desde su sentencia a su crucifixión y, finalmente, su sepultura. A veces se agrega una decimoquinta, la cual representa la Resurrección.
Primera estación: Jesús es sentenciado a muerte.
Segunda estación: Jesús carga con la Cruz.
Tercera estación: Jesús cae por primera vez.
Cuarta estación: Jesús encuentra a María, su Santísima Madre.
Quinta estación: Simón de Cirene ayuda a llevar la Cruz de Jesús.
Sexta estación: Verónica limpia el rostro de Jesús.
Séptima estación: Jesús cae por segunda vez.
Octava estación: Jesús consuela a las mujeres de Jerusalén.
Novena estación: Jesús cae por tercera vez.
Décima estación: Jesús es despojado de sus vestiduras.
Undécima estación: Jesús es clavado en la Cruz.
Duodécima estación: Jesús muere en la Cruz.
Decimotercera estación: Jesús es bajado de la cruz y puesto en brazos de su Madre.
Decimocuarta estación: Jesús es sepultado.