En los puestos informales e incluso en supermercados, no se consigue el producto, y los pocos que lo tienen lo ofrecen a siete y ocho mil pesos el kilo
Humberto Contreras
Desde principios de la semana que acaba de terminar, se ha sentido la desaparición del tomate de los puestos de venta en el mercado local, precedida de un incremento inusitado en su precio al detal, para lo cual, aún el comprador habitual no tiene explicación.
En efecto, desde el lunes anterior, los compradores de la roja fruta, muy utilizada -cruda o cocida- en la cocina tachirense, se extrañaron por los precios del producto, dado que, habitualmente, se consigue en promedio en 30 bolívares el kilo, equivalente a unos 3 mil pesos, la moneda colombiana que es habitualmente usada en nuestro mercado local.
En los puestos de venta ubicados en distintos puntos de la ciudad, los “ferieros”, que habitualmente ofrecen todos sus productos vegetales a dos mil pesos, el tomate, junto con la papa y la cebolla, ya el lunes había subido al doble, es decir 40 bolívares o cuatro mil pesos por kilo, ante la extrañeza de los compradores, quienes optaban por reducir el volumen de compra o simplemente, no llevar el producto.
Ya a mediados de semana, había muchos puestos que no ofrecían el tomate; y en un recorrido este sábado, en la mayoría de ellos no se veía en las mesas de venta, e incluso en algunos supermercados formales de la parte alta de la ciudad tampoco había el producto.
Tratando de averiguar razones, conversamos con algunos expendedores informales en sus puestos de venta. En general no sabían la razón. Solamente explicaban que los productores que los surten, habían comenzado la semana con el aumento de precio.
Unos decían que era por causa de las lluvias que se había afectado la cosecha, otros que la larga sequía probablemente la había afectado, y que lo único real es que estaban cobrando el doble de lo habitual.
El responsable de un puesto informal de venta de vegetales en la avenida Industrial, muy concurrido por los bajos precios de los productos que ofrece, y que también es productor, nos dijo que simplemente, ya no se podía vender a dos o tres mil pesos al público en estos puestos de venta, porque ya a ese alto precio los compradores no lo adquieren, o compran muy poco.
–Yo lo estoy vendiendo al mayor, a algunos supermercados, donde supuestamente lo estarían vendiendo a siete y a ocho mil pesos. Sin embargo, como se dijo antes, al menos un supermercado de la parte alta de la ciudad no tenía el producto.
A siete mil pesos, o 70 bolívares, conseguimos el kilo en otro puesto informal, donde la propietaria nos dijo las mismas razones. Además, vaticinó que va a subir más en los días inmediatos, indicándonos que el tomate “grande, bonito”, ya está en ochenta bolívares, u ocho mil pesos el kilo.