Por las trochas o caminos verdes que comunican a La Parada con San Antonio del Táchira es común presenciar a ciudadanos con sus bultos de plástico sobre sus hombros, para venderlo en Colombia y así obtener algunos ‘pesitos’.
Los Mangos es una de las trochas más empleadas. Una vez la persona termina de cruzarla se tropieza con un gran estacionamiento a cielo abierto donde un grupo de personas se encarga de revisar el material, pesarlo y pagar por el plástico.
«Es una forma arriesgada de llevar algo a la casa», sentenció Álvaro. El ciudadano reside en San Antonio del Táchira y constantemente pasa por los sinuosos caminos.
Al igual que Álvaro, otras personas hacen lo mismo. El sol abrasador del día los obliga a apurar el paso. El ténue ruido del río, se pierde con cada paso dado hacia el vecino país para vender lo reciclado.
Pasar por el puente internacional Simón Bolívar puede ser más rápido. «Últimamente no lo están permitiendo», sentenció el ciudadano, algo agotado por el trayecto que había transitado.
El flujo de gente por las trochas ha bajado considerablemente. Su rutas tuvieron gran protagonismo durante el cierre de los tramos binacionales.
Jonathan Maldonado