Nacional
La sombra de la violencia machista en el Trastorno Límite de Personalidad
14 de mayo de 2024
Las mujeres son más vulnerables ante la patología por el riesgo desmedido de sufrir agresiones sexuales, o encontrarse atrapadas en la espiral de la violencia
Por Génesis Daniela Prada
Diseño por Paloma Lacruz
La violencia de género produce traumas distintos en la vida de las mujeres, y los daños dificultan el reconocimiento del contexto violento. Las experiencias traumáticas suelen derivar en trastornos capaces de distorsionar el vínculo entre las víctimas y su realidad directa, al contaminar esta relación con conductas intensas e inestables.
El Trastorno o Desorden Límite de Personalidad (TLP) resulta uno de los padecimientos más comunes producto de episodios traumáticos. De acuerdo con la Asociación Rebelión Feminista, 75% de las personas diagnosticadas con TLP son mujeres. La mayoría de las pacientes reciben maltratos o sufren algún tipo de violencia machista.
La organización sostiene que la sintomatología asociada al trastorno se corresponde con las características del Síndrome de la Mujer Maltratada. Según la psicóloga norteamericana Lenore E. Walker, las mujeres presentan el cuadro clínico cuando, en una relación sentimental, experimentan «al menos dos fases del Ciclo de Violencia».
El sistema está compuesto por cuatro etapas: tensión-construcción, explosión o incidente, reconciliación, y calma amorosa. En cada escenario, el victimario ejerce abuso psicológico, físico o sexual, justifica la agresión, y luego crea atmosferas momentáneas de tranquilidad. Las agresiones finalizan para empezar de nuevo, sosteniéndose en el tiempo.
Si bien la diagnosis del TLP debe responder a los criterios del DSM, clasificación categorial de los trastornos mentales, el impacto de la violencia de género en el desenvolvimiento social de las mujeres debe comprenderse como consideración determinante al tratar a una paciente, subraya la asociación feminista.
«El TLP tiene muchos matices, pero, su rasgo principal son los extremos emocionales: la tristeza es extrema, la rabia es extrema, la felicidad es extrema. La emocionalidad al límite generalmente perjudica las relaciones interpersonales; además, puede implicar síntomas adicionales como sensación de vacío, autolesiones, conductas sociopáticas, entre otros», explica Edmary Mora, médico psiquiatra-psicoterapeuta.
El 90% de las personas con TLP asistentes a consulta con la especialista son mujeres. Este tipo de trastorno las afecta en mayor proporción, resalta Mora, debido a la alta exposición del colectivo femenino a los abusos sexuales, y, en consecuencia, a lesiones físicas y psíquicas; asimismo, por la predisposición de las mujeres a las alteraciones hormonales, metabólicas e inmunológicas.
«Las causas del TLP son múltiples, por ejemplo, existen factores genéticos involucrados, pero -ciertamente- el número de vivencias traumáticas incrementa las posibilidades de padecer el trastorno. La violencia basada en género experimentada desde etapas infantiles puede desencadenar la patología, aunque no sea la única razón, pues todos los tipos de violencia originan traumas», aclara la coordinadora del movimiento SOMOS Táchira.
Considerada una condición severa de salud mental, el TLP se caracteriza por desregulaciones emocionales, inestabilidad psicológica, impulsividad y vínculos afectivos complejos; respecto a este último, quienes padecen desorden de personalidad tienden a desconfiar de los demás por experimentar un temor desmedido al abandono o rechazo.
«Estos rasgos conducen a comportamientos disruptivos contra el entorno cercano mediante el conflicto y las conductas violentas, como la violencia doméstica», indica un artículo publicado por el Grupo Editorial de Psicofundación. Es decir, un paciente diagnosticado con TLP también puede cometer violencia de género.
El equipo de especialistas españoles en psicología clínica del centro PsicoAbreu ha analizado la correlación en cuanto a los síntomas del trastorno y la violencia basada en género. A través de siete criterios, exploran cuánto aumenta la vulnerabilidad de una mujer con TLP ante los componentes destructivos de la violencia machista.
¿Hasta qué punto los síntomas del TLP pueden exacerbarse a causa de la violencia?, ¿Cómo distinguir si las mujeres sufren TLP por la violencia que reciben diariamente?, cuestiona Berta Valentín Giménez, psicóloga de la institución.
El grupo de profesionales ha encontrado respuestas en el círculo de violencia planteado por Walker: los síntomas de la patología coinciden o recrudecen si la paciente se encuentra sumida en la espiral del maltrato.
Dado que el Desorden Límite de Personalidad transgrede la vinculación social, y las relaciones son dominadas por la inestabilidad, la persona abusada en su intento por evadir el desamparo, sea real o imaginario, se auto invalida. Por lo tanto, el victimario tiene camino libre para controlar, y perpetuar el sufrimiento.
Las agresiones constantes alteran la percepción propia de la víctima, y propician baja autoestima. Ambas situaciones anulan cualquier instinto de supervivencia. Al añadir las condiciones del TLP al panorama, las mujeres enfrentarán dificultades significativas para percatarse del ciclo y escapar del bucle.
*Esta publicación pertenece a la Red de Mujeres Constructoras de Paz en alianza con Diario La Nación