Frontera
Migrante interno: «He sido pistera, listinera y sigo en frontera»
7 de junio de 2024
Mireya Quintero recuerda muy bien la fecha en la que llegó a frontera: «Fue hace seis años, el 9 de abril de 2018». Ella, como muchos otros venezolanos, dejaron el centro del país, específicamente la ciudad de Valencia, en busca de oportunidades.
Cuando llegó a San Antonio del Táchira, la frontera estaba a punto de cumplir tres años cerrada y lo que reinaba en la zona era el trabajo informal. «El grupo de amigos con el que me vine, siguieron su ruta, y me dejaron acá, en San Antonio», sentenció.
Las primeras semanas fueron muy rudas. «No tenía canet fronterizo y me tocó cruzar la trocha para comprar agua y así empezar a vender algo con qué ganarme la vida», rememoró quien ofrecía el producto a 500 pesos cerca del puente internacional Simón Bolívar y, en las tardes, en el terminal de pasajeros.
La época en la que llegó a la zona coincidió con el gentío que arribaba a diario al puerto terrestre para comprar mercancía en Cúcuta y en La Parada. «Los primeros 15 días dormía en un banquito del terminal», confesó.
Las oportunidades en el mercado informal le abrieron camino en el terminal de pasajeros, espacio en el que lleva casi un lustro ejerciendo diversos oficios. «Me he encargado de los listines de empresas de transporte interurbano y he sido pistera — persona que aborda a los pasajeros y le ofrece boletos –», especificó.
Quintero es madre de tres muchachos. Los dos menores están con ella (14 y 9 años), y el mayor vive en Valencia. «Me radiqué en la parroquia El Palotal, en la parte alta. Ahí vivo desde hace seis años», enfatizó con la convicción de que desea terminar de echar raíces en la zona.
«Yo no quiero irme del país, por eso sigo acá», manifestó quien ha visto migrar hacia otras latitudes, y últimamente a los Estados Unidos, a gran parte de sus compañeros. «Ayer (miércoles 5 de junio) se fue otro grupo para Norteamérica», señaló al tiempo que les enviaba bendiciones y les auguraba el éxito.
En el municipio fronterizo Bolívar, durante la gestión del exalcalde y actual analista de frontera, William Gómez, se llegó a calcular 27 mil migrantes internos, conformados por 9 mil familias de tres integrantes. En la actualidad, se estima queden unas 1.500 familias; es decir, 4.500 ciudadanos.
Agradecida con San Antonio
Mireya Quintero se siente muy agradecida con San Antonio del Táchira, pues en la ciudad ha conseguido solidaridad y ayuda de muchas personas, sobre todo al inicio y en la época de pandemia (covid-19), lapso en el que el trabajo mermó casi en su totalidad.
«No quiero hacer vida en otro país, me gusta San Antonio, quiero seguir haciendo vida acá. Los gochos son muy solidarios», remarcó la ciudadana quien continúa trabajando en el terminal en diversos oficios. «No he regresado a Valencia. Si vuelvo, será solo visita», subrayó a modo de colofón.
Jonathan Maldonado