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Inicio/Opinión/Garibaldi en Paita, un 31 de mayo de 1851

Opinión
Garibaldi en Paita, un 31 de mayo de 1851

miércoles 12 junio, 2024

Néstor Melani-Orozco

Herman Melville lo anotó en su novelar, de aquellos viajes de 1851 por el gran océano en busca de la Ballena Blanca, y de alcatraces haber visto una preciosa dama en el Puerto de Paita, donde fue Garibaldi a conocerla. Ella, hermosa aún con las huellas inmensas del amor de Bolívar, casi en el abandono y el destierro, herida de su cadera por una caída y junto a Jonatas la negra esclava, quien quemaba hojas de tabaco para hacer sahumerios y correr las plagas en el rancho a las orillas del azul océano. Mientras en las cartas estaba la promesa por la vida… “Si volvieras con aquellas noches de amor frente al río Magdalena, te regalaría las flores de las horas sublimes que ha guardado mi corazón”… Estaba allí la mujer que adoró el Libertador de la América. Pobre, abandonada y con los tormentos del destierro. El único amigo que iba a visitarle era Simón Rodríguez. Entre aquel puerto de Paita del Pacifico peruano huyendo de los vivos traidores de Bolívar. Era 31 de mayo de 1851. Veintiún años de la muerte en Santa Marta, con los testimonios del hombre que valió por millones de soldados. Y entre sus negras de Cartagena, Manuelita Sáenz exprimió las telas rotas de mendiga y sin dientes se convertía en casi “Una Mujer de Cera” atacada por la oligarquía de los herederos de España con la corroída corona del Palacio Real. Y aún los crueles mantuanos llevando cruces de muertos por la roja sangre de pueblos. Ese día 31 de mayo cuando el imponente océano hacia temblar las horas y de destellos los relámpagos agonizaban en las heridas del continente. Más de los ojos del maestro, desterrado y huyendo para invocar a un Bolívar muerto. Fue el sonar de los silbatos de los marineros, buscando las huellas de Nazca y entre ellos un caballero italiano, llamado: Giuseppe Garibaldi. Venía de recorrer mares, de venerar a Simón Bolívar y estando en aquel rancho de harapos y de tragedia donde habitaba la mujer que fue testigo de la Independencia. Garibaldi en su humanidad le llevó alimentos, telas y algunos florines. Manuelita lloró implorando la tragedia en dos perros sarnosos a quien había bautizado con los nombres de “Páez” y “Santander”. Entonces el joven marinero italiano le pidió le vendiera “Las cartas del Libertador”. Manuelita lloró como si del cielo todos los inviernos y se negó a venderle tan sagrados recuerdos y patrimonios. Valores de una historia de amor. Mientras abriendo un viejo baúl, de allí extrajo la guerrera del General que fue testigo de la ofrenda de Choquehuanca en Pucará y entre las manos temblorosas se la regaló al capitán y marinero Garibaldi. El joven toscano continuó su viaje, más agradecido por la fe la preciosa Manuela Sáenz. Relato que muy de esperanza Simón Rodríguez le narró al viejo Omar Uribe en Quito. El mismo día que describió el Juramento de Bolívar en la cima del monte Sacro de Roma. Y entre esta historia bolivariana, al volver Giuseppe Garibaldi a Italia e iniciar la guerra para conformar la unión de la nación dominada por los Borbones. Él con la guerrera de Simón Bolívar puesta, consagró la libertad de los italianos. Más de reflexiones: “Si aquellas cartas, Manuela se las hubiese entregado a Garibaldi, fueran hoy tesoros de la emancipación del nuevo mundo” en algún museo de Florencia o de la capital del Papado. Al morir Manuelita, todos sus recuerdos y testimonios los quemaron sin contemplación de las verdades. Más entre los gritos de los pueblos, ¡aún sigue llorando Bolívar! Mientras en el Puerto de Nápoles están grabados los sagrados recuerdos de aquel final de mayo en Paita, último puerto de los peruanos… 173 Años del encuentro de Garibaldi con Manuela en las riveras eternas del Océano Pacífico.

*Artista Nacional. *Cronista de La Grita. *Maestro Honorario. *Doctor en Arte. *Premio Internacional de Dibujo Joan Miró 1986. Barcelona. España. *Miembro Honorario de la Sociedad Bolivariana de New York. *Premio Nacional del Libro 2021. *Honrado con un Salón en la Gobernación del Táchira 2022. *La Feria Internacional del Libro 2023 se realizó en su honor. *Por decreto del Gobernador del Táchira se erigió la Estampilla Fiscal con sus obras bolivarianas. 2024.

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