Días atrás se conoció de un caso ocurrido en la población de Táriba, municipio Cárdenas donde murieron 3 integrantes de una misma familia, según información confirmada por el Instituto Departamental de Salud de Colombia, en la ciudad fronteriza de Cúcuta, donde fueron atendidos los últimos dos fallecidos.
El mal de Chagas o tripanosomiasis americana, es una enfermedad parasitaria tropical que fue descubierta por el infectólogo brasileño, Carlos Chagas, en el año 1909, y es en 1960 cuando se produce el primer brote en Brasil y de allí hasta la fecha sigue constituyendo un problema de salud pública en Latinoamérica.
En torno al tema, el médico infectólogo Isabel Díaz explicó las características, complicaciones, síntomas, contagio y sitios más vulnerables en donde se puede contraer la enfermedad.
Transmisor
Según señaló la especialista, el chipo (nombre que se le da al animal transmisor de la enfermedad) es un insecto de seis patas, de color marrón con negro y de aspecto atigrado, que se puede observar en diferentes tamaños, y que principalmente se consiguen en ambientes tropicales y de mucha vegetación.
Indicó que son animales que aparecen en cualquier fecha del año y mayormente en las zonas rurales de las ciudades, “se pueden encontrar en escombros, hendiduras de las casas y entre la basura” aseguró.
Asimismo, sostuvo que es fundamental informar a la población sobre la importancia de la fumigación y el aseo en los hogares, al mismo tiempo que aclaró, que se deben evitar los residuos, escombro, y el agua estancada, ya que es allí donde generalmente habitan.
Sobre el contagio Díaz informó, que la infección se produce cuando el parásito logra hacer contacto con la sangre del ser humano, por exposición con las heces del insecto o por consumo de alimentos que hayan sido contaminados con los excrementos del mismo. Es decir, cuando el chipo hace contacto con la piel de la persona defeca u orina, y es cuando a través de la herida los parásitos se introducen dentro del humano y causan la infección, de la misma manera ocurre con algunos animales tales como; perros, gatos, conejos, entre otros.
En el caso del contagio a través de las comidas, es necesario que las mismas hayan tenido algún acercamiento con los excrementos u orina del insecto. Además existe la infección congénita, que va de madre a feto, en esos casos la progenitora debe asistir a un especialista para seguir el tratamiento adecuado para el bebé.
Es importante destacar, que no existe contagio de persona a persona, sólo de manera accidental donde en un laboratorio que manipule el material y se infecte de forma involuntaria.
Síntomas generalizados
En el caso de la infección leve, generalmente se presenta malestar general, fiebre, decaimiento, dolor abdominal, inapetencia y presencia la hinchazón y enrojecimiento en el sitio de la picada, conocido como “chagoma de inoculación”, sitio de penetración del parásito, por lo que se recomienda asistir a un especialista. La infectólogo señaló que existen casos en que la enfermedad no presenta síntomas sino luego de 10 a 20 años de la transmisión.
Síntomas agudos
Se puede evidenciar, fiebre diarrea, inflamación del bazo, dolor abdominal, en algunos casos, especialmente en los niños, inflamación y enrojecimiento de membrana conjuntiva (los ojos), tos, disnea, palpitaciones e insuficiencia cardíaca.
Qué hacer
Lo más recomendable es asistir a un especialista, bien sea un infectólogo o un cardiólogo, según las características del malestar la persona debe acudir lo más pronto posible para evitar alguna complicación o simplemente para descartar la enfermedad.
Recomendaciones
La experta sobre el tema, Isabel Díaz, concluyó haciendo un llamado a la población en general para evitar crear alarma ante la aparición de casos del mal de Chagas en el país, recalcó que es importante informar a la ciudadanía sobre las formas de contagio, las medidas a tomar antes, durante y después del contacto con el chipo, “se debe tomar conciencia, sobre el grave problema de dicha enfermedad, por ello, debemos evitar la acumulación de cartones y desechos, para evitar la proliferación de estos insectos en los hogares, ya que el chipo pasó de ser silvestre a domiciliario.”
Ángel Escalante Con información de Insalud