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5 de octubre de 2024
Razones: poca capacidad de inversión pública, cautela de los inversionistas y persistencia de una demanda debilitada, que reduce el incremento de la producción y el empleo
Humberto Contreras
A diferencia de lo que ocurría anteriormente en años de antesala a procesos de elección presidencial, el «efecto electoral» que se esperaba a comienzos de este año como variable para la «recuperación de la economía», no parece haber producido impacto importante en el comportamiento de los principales indicadores macroeconómicos, ni cambios en la dirección de la «política económica» para abordar la crisis que afecta el país, según señala el economista Dilio Hernández.
Hernández, quien es director del Centro Investigación y Análisis Prospectivo (CIAP), consultado sobre el tema, indica que así podemos asumir la situación según los resultados del primer trimestre del año, que nos muestran cambios moderados en algunos indicadores, y pocos avances para lograr la ruta de la recuperación económica y el mejoramiento de los indicadores sociales de la población.
–En primer lugar –señala-, observamos nuestra principal industria, el petróleo, con una producción que cerró el mes de junio con promedio en torno a los 800 mil barriles diarios (b/d), 760.000 b/d de crudo y 40.000 de derivados, y precios sin descuentos en torno a los 70 dólares el barril, con lo cual los ingresos podrían alcanzar 9.000 millones de dólares.
Explica el economista que 43 % de las exportaciones van al mercado asiático, comprometido con una deuda superior a los 10.000 millones de $, y 26 % al norteamericano.
Las reservas internacionales alcanzaron al cierre de junio 10.368 millones de dólares, 46 % del monto, en Derechos Especiales de Giro, DEGs, que muestra un incremento de 4 % (401 millones), en comparación con el cierre de 2023, que registró 9.817 millones de dólares.
En el semestre el BCV ha vendido en el mercado cambiario cerca de 2.123 millones de dólares, para contener el incremento de la divisa, cuya variación en lo que va del año es de 0.3 % en la tasa oficial y 4 % en la tasa paralela.
Aumenta la liquidez
La liquidez superó los 100 mil millones de bolívares al cerrar junio en 107.000 millones, con variación en lo que va del año de 54 % y una presión monetaria cercana a 82 %. Entre 2022 y 2024 la liquidez ha aumentado regularmente, acumulando en ese periodo más de 471 %, es decir, el doble, contrario a lo que ocurre con las reservas, que solo han crecido en 2 %.
Por otra parte, el crecimiento de los medios de pago no se corresponde con el de las reservas. En 2022 cada dólar se respaldaba con 2 Bs, pero en 2024 cada dólar se respalda con 10 Bs.
A pesar del incremento de la liquidez, la inflación acumulada en el primer semestre fue de 7.8 % y la anualizada de 59.2 %, según el BCV, lo cual se puede interpretar como un impacto moderado en la demanda, que se ha mantenido contraída por el bajo poder adquisitivo del venezolano, cuyo salario mínimo es de 3,5 dólares al mes, con bonificaciones de 133,5 para trabajadores activos, monto que apenas cubre 1/4 de la canasta alimentaria básica (550 $ al mes).
La contracción de la demanda junto con el estancamiento de la industria petrolera y sus exportaciones, la débil inversión pública y foránea y la reanudación moderada de las sanciones, son las causas del bajo crecimiento de la economía en el primer semestre, proyectado a comienzos de año entre 6 y 8 %.
–En conclusión, podemos decir que el impacto multiplicador del «efecto electoral» en la recuperación económica ha sido muy reducido, asociado a la poca capacidad de inversión pública, por la sequía de divisas del Gobierno, la cautela de los inversionistas foráneos y nacionales en función de lo que ocurrirá el 28 de julio, y la persistencia de una demanda debilitada que reduce el incremento de la producción y el empleo.
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