Frontera
Cisterneros y vendedores de gasolina: Oficios informales que reinan en frontera
8 de julio de 2024
En San Antonio del Táchira, en el municipio Bolívar, hay dos oficios informales que resaltan en las principales vías de la ciudad: los vendedores de gasolina y los cisterneros.
Por un lado, están los tarantines improvisados de venta de carburante a lo largo de la avenida Venezuela, y en otras calles céntricas de la Villa Heroica, como también se le conoce a la localidad fronteriza.
Solo en un tramo de la avenida, se llegan a contabilizar más de 10 puestos con las famosas botellas de plástico de 2 o 1 litro, llenas de gasolina. «¿Colombiana o venezolana?», preguntan a los conductores que se acercan.
En esas mismas vías, circulando, se ven los camiones cisterna, encargados de ofrecer un servicio de agua de pozo en las casas o establecimientos que lo soliciten.
Ambos oficios, con sello informal, emergieron por las constantes fallas que experimentan el servicio de agua potable, por parte del Acueducto Regional del Táchira (ART), y las estaciones de servicio por el poco envío de combustible.
Los precios, como todo lo que se paga en frontera, están estipulados en pesos. Dos litros de gasolina, en el mercado informal, están en 9 mil pesos, mientras que el servicio del cisterna depende del litraje que transporte y de la distancia. Varía de 30 a 100 mil pesos.
Solo en el casco central de la ciudad de San Antonio, se pueden contabilizar unos 30 puestos de venta de gasolina y más de 40 cisternas transitando por la jurisdicción.
La poca oferta formal de empleo también hace que muchos se decanten por oficios que cada día ganan más terreno en la zona, a causa de las fallas que experimentan los hogares con el agua y los conductores con la gasolina.
Jonathan Maldonado