La cátedra de Violoncello, junto al pianista, Joel Acevedo, de la Escuela de Música Miguel Ángel Espinel (EMMAE), ofrecieron un recital en homenaje al director de la institución musical, Alberto Prieto, por impulsar importantes proyectos para la formación de la cultura musical en la región.
El homenajeado, Alberto Prieto, expresó, de acuerdo con una nota de prensa, que este reconocimiento es un indicador del deber cumplido al trabajo continuo, al esfuerzo, al compromiso con una institución de formación altamente calificada, dando el ejemplo como formadora de grandes músicos y siempre en el sitial de honor que se merece.
Agradeció al maestro Víctor Monduc, titular de la Cátedra de Violoncello, por el excelente trabajo durante su permanencia en la EMMAE, «aspiramos se mantenga por muchos años dando lo mejor como docente y amigo».
Por su parte, Monduc, dijo que el recital fue dedicado al profesor Alberto Prieto, por su apoyo y atención a la institución musical, gracias a su alto nivel de gerencia y gran calidad humana.
Durante el concierto, el profesor Joel Acevedo, se lució con los solistas, logrando sintonía magistral. «Fue una comunión entre el piano y el violoncello, ante la actuación del maestro Acevedo, quien es un pianista de primera línea, especializado en acompañamientos. Su profesionalismo invita a sentirse cómodo trabajar con él, para alcanzar la armonía perfecta en total sincronización», dijo Monduc.
El público presente en el auditorio de la institución, apreció los avances de los estudiantes, quienes interpretaron obras que abarcaron un viaje en el tiempo, desde el período barroco italiano, con temas de Antonio Vivaldi hasta el período romántico. Vibraron compositores como Dmitri Schosta Kovich, Henry Squire y Julius Klengel, y ejecutaron piezas de importantes pedagogos como Sebastián Lee y Suzuki.
Andrés Roa Moncada, estudiante de 5to. año en la cátedra de Violoncello, manifestó, que le gusta tocar este instrumento por su belleza sonora, «disfruto tanto en orquesta como en cualquier contexto musical».
Mientras que Gabriel Delgado, violonchelista de la Orquesta Sinfónica Regional, quién asistió como espectador, expresó que «cada obra es como un mensaje personal del compositor, que el intérprete transmite al público, para que disfrute del lenguaje musical, que es como una historia o discurso».
Monduc concluyó que para lograr la excelencia, el estudiante debe leer la vida del compositor, estudiar la obra lentamente, para que se vaya fusionando en su alma».