Las personas con discapacidad y de la tercera edad pueden hacer uso de su derecho al voto asistido, para lo que pueden ir acompañadas de una persona mayor de 18 años de su confianza o solicitar asistencia al presidente de la mesa.
El sufragio es tanto un derecho como un deber moral para los venezolanos. Es por ello que para las elecciones presidenciales del 28 de julio, los candidatos y partidos políticos realizan campañas para promover la participación ciudadana y la intención de voto.
Sin embargo, algunos electores enfrentan problemas para ejercer dicho derecho debido a dificultades de salud, discapacidades físicas o vejez, condiciones que limitan o dificultan el ejercicio del voto.
Para estos casos, el Consejo Nacional Electoral (CNE) admite la figura del “voto asistido”, el cual genera a muchos desconfianza en cuanto a la garantía de respetar la intención de voto, debido al desconocimiento generalizado sobre cómo es el procedimiento.
Voto asistido, “solo por un acompañante de confianza”
Según Inés María Davalillo, coordinadora de Voto Joven en el estado Bolívar del partido Primero Justicia y vicepresidente de Nuevas Generaciones Regional, la figura del voto asistido no aparece de forma textual en la Ley Orgánica de Procesos Electorales, si no que se refieren a él en el artículo 128 sobre el ejercicio individual de voto.
En este artículo se reconoce que existen circunstancias concretas en las que una persona puede necesitar ayuda para votar. Es entonces cuando la fórmula del voto asistido adquiere significado.
Este tipo de voto está dirigido a personas que por algún tipo de discapacidad, de avanzada edad o analfabetas, necesitan la ayuda de otra persona para poder votar. Este voto debe solicitarse previamente de modo personal.
Así mismo, el artículo establece que los individuos que aplican para este particular sólo podrán ejercer el sufragio en compañía de una persona de su elección. Ninguna persona podrá ser acompañante más de una vez.
Davalillo hace hincapié en que el voto asistido se trata de una excepción y no una norma. Esto debido a que prevalece la normativa en la que se establece que el sufragio es libre, directo y secreto. Por lo que el voto asistido, utilizado de forma inadecuada, se presta para coaccionar a una persona para votar por un determinado candidato o partido.
Esto coincide con las declaraciones de un paciente hemofílico que requiere apoyo para moverse y que solicitó no ser identificado, quien aseguró que hasta ahora se esforzó para acudir a su centro de votación. No obstante, denunció que los miembros de mesa de su centro trataron de asistirlo en la última justa electoral; sin embargo, él se negó para garantizarse un sufragio directo y secreto.
Para él, dicha figura solo debe activarse para determinadas discapacidades como la ceguera o dificultades motoras más severas. Además defendió lo expresado por la Ley Orgánica de Procesos Electorales, afirmando que la asistencia de los discapacitados se debe llevar a cabo por parientes o cuidadores de confianza de la persona discapacitada, y no por los miembros del centro electoral.
Por otro lado, Yarilis Villarruel, quien como consecuencia de padecer anemia drepanocítica presenta dificultades para desplazarse, manifestó que ningún ente le facilitó el traslado al centro de votación. Esto se debe a que ella no manifiesta preferencias por algún partido en particular, los cuales garantizan la movilización solo de sus partidarios. Algo que atenta abiertamente con el principio del sufragio directo y secreto.
Polémicas suscitadas
Davalillo aclaró que esta figura del voto asistido puede suscitar polémicas, entre las que se mencionan que hay personas con discapacidades o condiciones que no cumplen con los criterios descritos para realizar dicha excepción.
Otras de las formas en las que se violenta lo establecido en la Ley Orgánica de Proceso Electorales en que, en determinadas circunstancias, los acompañantes de los que realizan el sufragio de forma asistida hacen registro del voto con fines políticos.
Por tal motivo, la coordinadora de Voto Joven reiteró la importancia de los testigos en los espacios electorales. Así mismo expuso que es necesaria la preparación de los miembros de mesa a fin de que hagan cumplir lo establecido en la ley.
Con la finalidad de evitar percances de este tipo, Davalillo declaró que desde Primero Justicia y la Plataforma Unitaria vienen trabajando en campañas para dar a conocer a los ciudadanos sus derechos electorales que poseen y la forma correcta de ejercer el voto.
Además de esto, están trabajando en la organización de testigos bien formados y preparados para que velen por el correcto desenvolvimiento en cada uno de los centros electorales. Estos testigos se encargarán de llevar el registro correcto de irregularidades o problemas durante la jornada de votación.
Es destacable también que no se evidencia gran difusión de este recurso del voto asistido por parte del organismo electoral en ninguno de sus canales de comunicación.