La feligresía aurinegra a llenar el “Templo” de Pueblo Nuevo
18 de octubre de 2024
Más de un centenar de graduandos recibieron su título de bachiller en la unidad educativa Colegio Los Andes
Norma Pérez
“Los recibe un futuro donde serán bienvenidos, donde nadie les preguntará de qué país llegan, ni quien es su Dios. Donde nadie encadenará su conciencia. Han traspuesto el umbral al conseguir este título por su libre albedrío. Son y serán libres”.
Durante el acto de graduación de los 110 nuevos bachilleres en ciencias egresados de la unidad educativa Colegio Los Andes, en Rubio, el profesor Ciro Alberto Pérez, quien representó al grupo de padrinos, orientó su mensaje a resaltar la importancia de saber hacia dónde encaminar sus pasos, apegados a los valores, siendo útiles y solidarios:
“Llegaron a una casa que nada esconde dentro de sus muros, donde pueden contemplar el sol y las estrellas; porque su techo es el mismo que cuida los sueños de ustedes, señores bachilleres. Es a cielo abierto. El llamado de su nuevo ideal es definitivamente, amar al prójimo, dar sin esperar y ser útil a los demás. Dignificar sus profesiones, engrandecer a su familia y a su colegio”.
La culminación de este ciclo educativo bajo el epónimo “9 de Diciembre de 2024. Bicentenario de la Batalla de Ayacucho”, se llevó a efecto en el gimnasio cubierto Luis Eduardo “El Tierno” Gómez. Fue presidido por los directivos y docentes de la institución. Los padrinos fueron los profesores: Néstor Pérez Jaimes, Rafael Pérez Hernández, Leonardo Pérez Pérez y Ciro Pérez Maldonado.
A la entrada de los jóvenes al recinto, se escuchó el “Gaudeamus Igitur”, himno de los graduandos, interpretado por el Coro de la UPEL, dirigido por Ignacio Ruda.
La apertura estuvo a cargo de la directora del plantel, profesora Nhora Pérez. Sus palabras recordaron a los muchachos que se cierra una etapa, pero inmediatamente se abre otra más amplia e importante:
“Las circunstancias que en el presente les corresponde vivir, son complejas y no faltan los obstáculos. Pero ustedes están preparados para asumir los retos, abrirse camino y dejar una importante huella. Las manecillas del reloj no se detienen, como no se detendrá su entusiasmo por aprender, crecer profesional y personalmente. El país necesita su empuje, su energía y visión de juventud”.
“Quiero cerrar recordando al maestro de maestros, Luis Beltrán Pietro Figueroa, quien sabiamente dijo: ‘Educar es, por encima de todo, formar una conciencia, crear un espíritu, señalar un rumbo y a veces, el que señala el rumbo, no ha recorrido el camino, pero sabe para dónde va’”.
Seguidamente se procedió a la solicitud de entrega de títulos a cargo de la estudiante Ligia Mendoza Colmenares, acompañada por María Fuenmayor y Kharley Coronado.
Hubo un espacio para la entrega de reconocimientos a los alumnos más destacados, más antiguos, a los padrinos, profesores guía y a la institución. El ambiente fue amenizado por el ensamble de la Escuela de Cuerdas Frotadas.
En nombre de los graduandos, Adriana Cañas Rincón aprovechó el momento para describir la emoción colectiva que los embargaba en ese instante:
“Hoy, cada quien escoge caminos diferentes. Algunos se irán a otro estado, otros, quizás a otro país. No importa dónde estén, jamás permitan que sus sueños se marchiten; luchen por alcanzarlos, sin importar las circunstancias que vivan en el presente”.
“No sé qué nos espera en el futuro. Solo puedo decir felicitaciones por culminar esta hermosa etapa y éxitos para los siguientes. Porque nosotros sabemos cuánto luchamos para estar hoy aquí y graduarnos”.
Aplausos, alegría, abrazos y alguna lágrima furtiva, caracterizaron la despedida. Un nuevo comienzo les espera…
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