Bleima Márquez
Los integrantes del movimiento Reconstruyendo La Ermita piden a los cuerpos de seguridad ciudadana de San Cristóbal, mayor patrullaje y vigilancia por la plaza La Ermita y sus adyacencias. Expresan preocupación por el incremento de personas en condición de calle y en estado de embriaguez que rondan el sector.
José Gregorio Casanova, vocero de la comunidad e integrante de Reconstruyendo La Ermita, dijo que el grupo de vecinos voluntarios que representa trabaja desde hace cuatro años para cambiar la imagen de la zona y hacer de esa comunidad un lugar más bonito y ameno.
Sostuvo que la labor se ha enfocado principalmente en recuperar la plaza José Antonio Páez, más conocida como plaza de La Ermita. La transformación en ese lugar, construido hace muchos años para el entretenimiento y la distracción, es notorio. Se ha recuperado, pero requieren del apoyo de algunos entes gubernamentales como la Alcaldía de San Cristóbal y las distintas policías que hacen vida en la ciudad, para poder avanzar en el cambio positivo que todos quieren.
“Nosotros como equipo barremos la plaza y recogemos todas las hojas secas los lunes y los jueves. También pintamos todos los murales que actualmente existen en esta plaza”, indicó Casana y agregó que el trabajo ha sido continuo, porque el movimiento social tiene sentido de pertenencia.
Muchos desperdicios
Destacó Casanova, acompañado de parte del equipo de vecinos, que a pesar del esfuerzo, constancia y dedicación, aún hay fallas por resolver, pero indispensablemente deben contar con los organismos del Estado.
Uno de los problemas es provocado por los vendedores informales, por la basura y desperdicios que dejan en la plaza. “A pesar de hablar con ellos, siguen dejando desperdicios de las verduras y frutas que venden cuando se les dañan, dentro de la plaza. Dejan mucha basura”, recalcó Casanova e hizo un llamado al alcalde de San Cristóbal, Silfredo Zambrano, para que ponga un parado a esa situación.
Problemas de drenaje
Declararon que el patio principal de la plaza la Ermita tiene problemas de drenaje, y cada vez que llueve se forma una inmensa laguna y arrastra mucha tierra. “Queremos, por favor, el apoyo de la alcaldía en esta situación”, señalaron.
Otra solicitud de los vecinos de la referida comunidad es la poda selectiva de los árboles, porque con las lluvias las ramas se caen y puede ocasionar, además de daños en el sitio, accidentes. “Caen troncos grandes y en cualquier momento, Dios no quiera y suceda, puede ocasionar alguna herida a cualquier persona que esté transitando en ese momento”, acotó Casanova.
Malos ejemplos
Otra de las preocupaciones es la cantidad de personas que ingieren licor y sustancias prohibidas en la plaza José Antonio Páez de La Ermita. Recordaron que en la zona funcionan varias instituciones educativas y los niños que acuden a sus lugares de estudio observan a esos personajes en medio de escenas lamentables.
“Tenemos que tomar en cuenta que en los alrededores de la plaza o en su cercanía hay cinco centros educativos. Por acá pasan muchos niños. ¿Qué es lo que ven los niños cuando pasan? Borrachos, indigentes, consumiendo licor, consumiendo sustancias prohibidas, haciendo necesidades fisiológicas dentro de nuestra plaza”, advirtió Casanova e insistió en la necesidad de contar con el apoyo de los cuerpos policiales.