Desde todas las instancias de la administración pública, Gonzalo Díaz ha pedido por todos los medios la atención de un problema que a sus 79 años, difícil le ha sido soportar, sobre todo cuando ha denunciado agresiones de otras personas.

Vecinos del sector Propatria, se ha venido enfrentando a lo que considera un desorden en todo el cruce entre la Quinta Avenida y la 19 de Abril, diagonal al Viaducto Viejo de San Cristóbal, propiciado por busetas, taxis y mototaxis, que tienen allí su punto de parada.

Ha acudido a la alcaldía capitalina, a la prefectura, defensoría del pueblo, y otros entes jurídicos y policiales, y ha sentido que la atención ha resultado insuficiente, por no decir, que se ha sentido burlado.

Denunció que la desorganización en el mencionado lugar, le ha acarreado ser desplazado del espacio para el estacionamiento del vehículo, que lo tenía reservado desde el año 1980 como propietario dentro del conjunto de apartamentos cercano.

Aceptó que el firmó la autorización para que la línea de mototaxis laborara allí; pero, de acuerdo a las pruebas y argumentos que ha intentado hacer valer ante los organismos competentes, se ha incumplido lo pactado, como el cuidado a la zona verde, la inclusión de vehículos no autorizados, entre otros puntos.

–Según la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela en su artículo 51, todo funcionario público están en la obligación de responder positiva o negativamente las exigencias de un ciudadano. Eso me ha sido imposible que se cumpla: hable con el síndico procurador para que se dirigiera a la oficina de vialidad de la alcaldía para que demarcaran la zona, que ocupa la línea de mototaxis, pues ellos han tomado otro espacio no acordado que es el frente de mi residencia, y que a su vez es una parada de autobús—denunció Díaz.

Esta confusión, sostiene el denunciante, entre lo que sería la parada de la línea de mototaxis y la de las busetas, obliga a que las unidades de transporte se detengan en un sitio para complicación en una de las vías de mayor concurrencia en San Cristóbal.

–En la parada de autobuses hay tres vehículos estacionados, y en la esquina, a la altura de la Quinta Avenida, debajo del semáforo, se vienen a estacionar las busetas, donde no le corresponde. Eso se ha hablado con los entes policiales. Nadie ha hecho caso a esto—agregó Díaz.

Toda esta situación ha terminado en agresiones que han ameritado presentarse a la Fiscalía del Ministerio Público, de la que se ha emanado órdenes de alejamientos y el no uso de terceras personas dentro del conflicto. Incluso denunció en la alcaldía que fue obstruida la salida de su vehículo, y al intentar hacer valer sus derechos, asegura que fue “rebotado” de un despacho a otra, al no considerarse facultadas para atender ese tipo de agresiones, al no existir daño físico, o por otra razón.

–Vi por internet un teléfono para llamar a Caracas, para atención al adulto mayor. El 10 de mayo hago mi primera llamada y me dicen que en 10 días respondido. Han pasado mayo, junio, julio y la última vez que me atendieron me dijeron: “es que son muchas las cosas que hay que atender”. Mi salud se encuentra totalmente deteriorada; porque la presión que este conflicto causa en me afecta”–

Freddy Omar Durán

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