Freddy Omar Durán
Una inédita respuesta del electorado que no solo madrugó sino que abarrotó los centros de votación para cumplir con su vocación democrática caracterizó a los municipios Torbes, San Cristóbal, Capacho Nuevo y Capacho Viejo en la jornada del domingo 28 de julio.
Durante la mañana, la espera que para muchos fue de horas, más que vivida con irritación, fue sobrellevada con la esperanza de que el acto que ejercían tendría gran significado para el destino de la nación.
La lentitud se dio en el momento de ingreso al centro de votación, pues una vez adentro el preámbulo ante la respectiva mesa, no pasaba de los cinco minutos, y ya el proceso propiamente del sufragio no superó los dos minutos, cuan mucho.
Aunque hubo quejas por los retrasos, y por ciertas revisiones de las cédulas que se hacían a través de teléfonos para confirmar la mesa que le correspondía al votante, en general, la alegría fue la nota predominante entre el electorado de los mencionados municipios.
En los centros de votación en los que se hizo presente el equipo reporteril de Diario La Nación, se reportó que desde casi las tres de la madrugada, comenzaron la jornada electoral.
El ambiente de festivo y dicharachero entre los electores, le permitió a muchos soportar horas de colas, que para algunos se extendió a cuatro o más horas, aunque en otros centros de votación otros corrieron más suerte y su voto fue más expedito.
“Lento pero seguro; pero eso no importa”, afirmó una votante en Torbes que a las 11 de la mañana seguía en la cola que ocupó desde las cinco de la mañana.
En Capacho Nuevo se habilitaron 28 centros de votación para un total de 40 mesas; en Capacho Viejo, 28 centros de votación y 33 mesas; mientras que en Torbes 20 centros de votación y 32 mesas.
El ambiente general en Capacho Nuevo, Capacho Viejo y Torbes fue de la de un normal día domingo, sin ninguna alteración del orden público y no fueron visibles ni puntos rojos, ni de otra tolda política que en estos últimos comicios vigilaban el voto desde la calle.
En la Escuela Providencia del municipio San Cristóbal hubo molestias manifiestas entre los votantes porque consideraban que algunas personas se estaban colando; sin embargo, otros hicieron frente a esa versión diciendo que se estaba dejando entrar primero a los que les correspondía las mesas de circulación más ágil.
Al centro de votación los efectivos del Plan República iban determinando en que cantidad iban entrando desde las colas exteriores: a veces de a 20, a veces de a 10. Por supuesto para la población de la tercera edad con algún tipo de discapacidad, fue prioritaria, aunque eso los eximió de cierta espera. Si bien no hubo problemas para que los representantes de los medios de comunicación presenciasen el proceso, no se autorizó la captura de imágenes.
En la escuela Santa Mariana de Jesús y el Colegio Los Pinos del municipio Capacho Viejo, por ejemplo, los electores denunciaron como irregularidad la verificación de la cédula fuera de las mesas de votación, a través de teléfonos celulares, pero esto en nada exacerbo los ánimos de los electores, ni los desanimo, y por el contrario, se reafirmaban en su voluntad democrática.
En el liceo Juan Vicente Gómez y la Escuela Margarita Parra de Márquez, las quejas por las largas colas se concentraron en la disparidad en el funcionamiento de las mesas, pues mientras unas iban rápidas otras se relentizaban. Incluso un ciudadano de Torbes aseveró que este tipo de situaciones se habían solucionado de mejor manera en los eventos electorales anteriores.