Las calles de Palmira están solas desde las primeras horas de la mañana, del lunes 29 de julio. Ese ruido que siempre se escucha en la plaza Bolívar uno de los sitios más concurridos en los pueblos del Táchira, no sé escucha.

La soledad era tal que permitía oír el canto de las aves refugiadas en los árboles de la plaza, escenario totalmente distinto al que ve se vivió el 28 de julio que se prolongó hasta las ocho y media de la noche y fue apagado cuando llegó la información de la muerte de Julio Valerio García, un hombre de 40 años, en las adyacencias de la escuela John F. Kennedy, en Patiecitos, cuando se aguardaba por los resultados del conteo de votos.

Todos las personas que estaban apostadas en las afueras del Colegio Padre Frías, esperando por los resultados, se mantuvieron en el lugar, no obstante, pensaron en que de presentarse alguna situación se refugiarían en la iglesia San Agatón, que mantenía sus puertas abiertas, con la exposición del Santísimo , celebrando la permanencia por unos días de la réplica de la virgen de Nuestra Señora la Consolación.

La mayoría de comercios del centro de Palmira están cerrados, pasada la una de la tarde y no hubo transporte público.

(Nancy Porras)