Por: Juan Alberto Sánchez García
Vuelve la aldea a levantar los vientos bajados del Batallón y La Negra, para celebrar el día de su santo patrono, ese Cristo Redentor que un día bajó de Tadea a este valle de Los Humogria para quedarse anclado por siempre, tatuando el espíritu y marcando huella en los gritenses y en quienes venidos de otras latitudes lo han descubierto, de esto ya han pasado unos cuantos agostos de estarse festejando su día, creciendo la fe y la esperanza por su existencia, y convirtiéndose en el eje central de las festividades.
Como siempre, los feligreses y devotos comenzaron a llegar desde diferentes lugares para estar presentes al lado de su amigo y protector, al que le acompañarán hoy en su día, pero al que llevan en su diario vivir en memoria y pensamiento, por ser invalorable apoyo espiritual en todo el acontecer que circunda la vida del creyente.
Desde el año 2012 la venerada imagen del Santo Cristo salió de su domicilio permanente para aposentarse en el bello santuario que le fue construido, y este acontecimiento ha venido marcando cambios para hacerlo mucho más cercano al pueblo católico, son ahora dos procesiones para llevarlo al santuario y devolverlo a la Basílica del Espíritu Santo de La Grita, y es transitar por otras calles y caminos, dejando la estela espiritual de su paso y presencia.
Hoy 6 de agosto se confirmará aquella frase que fluye de los labios de un gritense en cualquier lugar: en agosto nos vemos, cita que cada uno lleva en su agenda espiritual y que aunque no se pueda estar físicamente presente este día, se está en espíritu y convicción y se lleva en el pollero donde nunca falta el avío para el alma y la esperanza.
JASG /Fotos: Juan Alberto Sánchez
@loshumogria