El pasado 30 de julio, los cuerpos de las jóvenes migrantes venezolanas Stephanie y Susej de 19 y 21 años de edad respectivamente, fueron hallados baleados y carbonizados en un poblado de San Miguel Topilejo, México. 

Las dos jóvenes, oriundas de Maracaibo, estado Zulia, habrían migrado hace algunos meses a México, buscando cruzar a los Estados Unidos. Stephanie y Susej estuvieron un tiempo en Perú y buscaban destacar como modelos, por lo que decidieron llegar a la nación azteca.

Estando en ese lugar habrían caído en manos de una red de trata que las habría puesto a trabajar en una calle conocida como Sullivan, donde deberían pagar los 15 mil dólares que supuestamente les debían a la banda criminal que opera en esa zona.

Autoridades presumen que las jóvenes se negaron a seguir siendo explotadas y los criminales optaron por matarlas. Natali Maldonado, madre de las dos jovencitas, ha difundido un comunicado en su red social, donde solicita apoyo para poder viajar a Ciudad de México y repatriar los cuerpos de sus hijas:

“Me dirijo a ustedes con todo respeto. Soy la mamá de la Teti y de la Purri… como todos ya saben el lamentable suceso que le ocurrió a mis hijas, me dirijo a todos sus amigos, amigas y allegados, a que me ayuden con un granito de arena, en todo lo que puedan… Se los pide una madre desesperada que quiere traerse el cuerpo de sus hijas y darles un último adiós”.

Los cuerpos de las dos jóvenes migrantes se encuentran resguardados en el Instituto de Ciencias Forenses de Ciudad de México.

A la fecha no hay ningún detenido por el doble homicidio, pero las autoridades han encontrado el vehículo donde al parecer las habrían movilizado, el cual fue abandonado por los criminales una vez cometieron el doble asesinato.

Las investigaciones continúan llevándose a cabo, pero hasta ahora el caso de las jóvenes habría develado el modus operandi de la red de trata de personas en México. (JS)