Aún sin precisar estadísticas fidedignas, se han hecho públicas cifras alarmantes sobre las muertes de más de 30 venezolanos en varias regiones del país. La causa: ingestión de la llamada yuca amarga. La mayoría de víctimas, intoxicadas por haber comido el letal tubérculo, Y lo más lamentable, casi todos eran niños y menores de edad. Por ingenuidad, desconocimiento, ignorancia o necesidad. Los casos se han reportado en Puerto La cruz en el estado Anzoátegui, Las Tejerías y La Victoria en Aragua. También en Lara, Monagas y Caracas. Algunos, difundidos con manifiestos sesgos políticos. En organismos privados, y oficiales, así como en diarios y revistas, impresos o digitales, noticiarios nacionales e internacionales, El propio presidente Nicolás Maduro en alocución nacional el 23 de febrero alertó a la población de menores ingresos, gente de clase pobre y media, “tener cuidado con esa yuca amarga”. Porque según informó “en estos días alguien se comió una yuca amarga y tuvieron problemas, graves». En realidad, hay dos tipos del tubérculo, muy parecidos, casi idénticos. Uno comestible, ingrediente básico del casabe, alimento ancestral criollo, Pero el otro, difícil de reconocer a primera vista, muy venenoso. Tiene alto porcentaje de ácido de cianhídrico (o cianuro de hidrógeno demasiado tóxico. No obstante, a pesar de la amenaza constante y a los continuos llamados de muchos médicos, al igual que la divulgación de las defunciones por Twitter, Facebook e Instagram, no se ha han promovido intensivas campañas sostenidas por los periódicos ni en radio y televisión, oficiales o particulares. Debemos iniciar de inmediato cruzadas educativas sostenidas para evitar más intoxicaciones y muertes a consecuencias de la yuca amarga y mortal.
Germán Carías Sisco