Eduardo Fernández
Los venezolanos queremos que resplandezca la verdad. Queremos vivir con la verdad, para la verdad y en la verdad.
“Y conocerán la verdad y la verdad los hará libres” Jesús de Nazaret (Jn 8,31)
“La verdad nunca es vana” Stefan Zweig
Nada hay superior que vivir conforme a la verdad.
La primera señal de que se impone una dictadura, es que se abandona la verdad y se abraza la mentira.
Nada hay más sombrío que vivir en la mentira.
Todos sabemos qué fue lo que ocurrió en las elecciones presidenciales venezolanas del 28 de julio. Lo sabe la oposición, pero también lo sabe el Gobierno.
Lo sabemos los venezolanos, pero también lo sabe la comunidad internacional. Lo sabemos los civiles, pero también lo saben los militares.
Todos sabemos que las elecciones las ganó la voluntad de cambio que prevalece en el ánimo de la inmensa mayoría de los venezolanos.
Cambio que significa más y mejor democracia. Progreso económico. Reducción de la pobreza. Educación de calidad para nuestros niños. Mejoramiento de la calidad de vida y de los servicios públicos. Y erradicación de la corrupción.
Aborrecemos la mentira.
Vivir bajo el imperio de la mentira es malo, es inconveniente, es perjudicial. Afecta al interés nacional, pero sobre todo afecta a los ciudadanos que tendrán que ver que su situación personal no solo no mejora, sino que empeora como consecuencia de la mentira. Y por eso es conveniente refrescar la escena del Capitán General Vicente Emparan, el 19 de abril de 1810, cuando dijo: “Si no quieren que gobierne, yo tampoco quiero mando”.
Los venezolanos queremos que resplandezca la verdad. Queremos vivir con la verdad, para la verdad y en la verdad.
-En todo amar y servir-.
Seguiremos conversando.
X@ifedecve /Instagram: @Ifedecvenezuela