Ha ido en aumento el flujo de migrantes
Jonathan Maldonado
A un mes de las elecciones presidenciales en Venezuela, en la frontera aún son visibles varias secuelas que han impactado la dinámica de una zona que no ha logrado despegar del todo desde su reapertura, el 26 de septiembre de 2022.
El transporte binacional, sobre todo los buses que vienen desde San Cristóbal o de Rubio, para atravesar el puente internacional Simón Bolívar hasta el terminal de Cúcuta, ha notado una disminución de pasajeros que, a la fecha, se mantiene.
Aunque en términos de carros particulares el escenario ha venido normalizándose, el transporte de pasajeros sigue resentido y espera que haya un incremento en el uso de las unidades con el transcurrir de las semanas.
Este martes 27 de agosto, el ingreso a Colombia por el puente internacional Simón Bolívar se hallaba algo convulso. Decenas de carros se divisaban en fila ralentizada desde la emblemática avenida Venezuela, pasando por el tramo binacional, y hasta La Parada.
Aún así, las ventas en la ciudad de Cúcuta, vitrina comercial visitada a diario por miles de venezolanos, no se han recuperado del todo en relación directa con el aporte que para los comerciantes dejan a diario los vecinos del Táchira y de otras regiones de Venezuela.
«El movimiento en Peracal no ha mejorado», dijo un vendedor de café consultado por La Nación. «Hay días en los que el tránsito es mayor, pero aún son palpables los efectos» postelectorales. La incertidumbre política aún está presente.
Desde el departamento de Norte de Santander, las autoridades colombianas han manifestado su preocupación por la posible nueva ola migratoria que se avecina tras la angustia que persiste en muchas familias venezolanas por la agudización de la crisis en el país.
El presidente del Concejo Municipal de Cúcuta, Edison Contreras, ha solicitado a las autoridades migratorias de su país que intensifiquen los controles fronterizos, pues teme que Norte de Santander se pueda ver afectado con la llegada masiva de migrantes.
Por los momentos, los pasos fronterizos de San Antonio, Ureña y Tienditas han registrado un leve incremento de personas que están emprendiendo la ruta del éxodo. Muchos pasan con sus maletas, pero sin sellar salida, ya sea porque esté vencido el pasaporte o porque no consiguió tramitar ese documento, el cual representa un costo que golpea el bolsillo.
En torno a las operaciones cambiarias, los cambistas de La Parada aseguran que las transacciones no han mejorado. Estiman un 50 % de actividad y con tendencia a la baja.
Terminal desolado
El terminal de pasajeros de San Antonio del Táchira sigue desolado. La poca afluencia de usuarios no solo perjudica a los transportistas, sino también a los vendedores que hacen vida en el puerto terrestre.
Las personas prefieren, por facilidad y comodidad, tomar el servicio de trasporte desde La Parada o en la avenida Venezuela, donde se mezclan carros de líneas legalmente constituidos en Venezuela y otros con sello «pirata».