Opinión
La isla de Robinson/suaves las manos que son mapa/El hombre mediocre
13 de septiembre de 2024
Porfirio Parada
Estoy culminando la lectura de un libro. El libro es sobre historia, lo escribió Arturo Uslar Pietri. Escritor venezolano. Caraqueño, su bisabuelo compartió luchas con Simón Bolívar. Escribe y relata los procesos históricos en la gesta independentista de algunos países de Latinoamérica. El libro brinda y viaja de la memoria a la lucidez del pensamiento de Uslar Pietri. Hay anotaciones, citas, cartas, fechas históricas, balances, muestra el paisaje de América, la Cordillera de los Andes y el Caribe. Comparte dioses, sabores, pieles, indígenas. Nombra a Caracas, mucho a Bogotá, Ecuador, Chile, Humboldt, nombran a Miranda, Andrés Bello, Simón Bolívar sobre todo a Simón Rodríguez o Samuel Robinson. «Sociedades Americanas» en 1828. La visión de la educación y de la política, de jóvenes y luego con los años, ancianos. Lo que pasaba en América, pero del mismo modo, en Europa y sus grandes capitales. El amor y luego el odio hacia Bolívar. El ideal de no imitar sino crear un nuevo pensamiento y forma de educar. Arturo Uslar Pietri fue candidato en una de las elecciones presidenciales en Venezuela, perdió, pero dio a entender que hubo trampa. Bautizaba libros, director de periódicos, embajador de la UNESCO, ministro, y también tuvo uno o varios programas de televisión. La isla de Robinson.
Contigo cuaderno de bitácora sin mar con mapa geográfico de municipios. Un viaje dentro de la misma ciudad viajando lejos y tan de cerca. Nos acercamos, algunas veces, con pretextos y caricias de invitaciones. Hay fotos y sonrisas sin fotos compartidas. Las demás propuestas son directas sin más, con la emoción en la mirada y en los abrazos. Cada casa vieja andina visitada, cada nueva montaña que se reinventa para volver a conocer, los espacios urbanos y de ciudad, caminos y avenidas, compartiendo la vida que se va. Hay trayectos que son memoria viva, atardeceres que envuelven los retos en recuerdos, el latir y el coincidir con algunos gestos espontáneos, distraídos, recién creados. El viaje es el viaje de la mirada antes de la carretera, nos faltan autopistas y viajes en el cielo, suaves las manos que son mapa y destino que acompaña la aventura. Brújula del nuevo mundo que inicia y vuelve a iniciar en cada nuevo saludo.
José Ingenieros publicó en 1913, “El hombre mediocre”, quizás su obra más conocida. “Las fuerzas morales”, es otra de sus obras reconocidas, es un libro póstumo. Pero hay una obra de él titulada: “Evolución de las ideas argentinas” que tiene una gran influencia en la historia del pueblo argentino. José Ingenieros fue escritor, criminólogo, farmacéutico, sociólogo, médico psiquiatra y masón. Fue cercano al gran escritor argentino Jorge Luis Borges. Compartieron publicaciones en revistas. Ingenieros fue un indiscutido intelectual que aportó grandes conocimientos y estudios y trabajos a Argentina, Latinoamérica y el mundo. Ese libro “El hombre mediocre” es de esos libros famosos, Best Sellers, que se ven en las librerías, en kioscos en la calle, que la gente lo ha leído o escuchado. El libro según Wikipedia pero también estoy de acuerdo, trata de la naturaleza del hombre, los tipos de hombres, el hombre mediocre y el hombre idealista, diferencias entre ideal e idealismo. Describe el rebaño. Escribe sobre lo excelente y lo vulgar. Se dice que el filósofo español José Ortega y Gasset se influyó de su obra para definir algunos términos que él desarrolla en su obra “La rebelión de las masas”. Hace años entrevisté a Luis Romero, joven lector, y decía que el libro “El Hombre mediocre” no solo le marcó por su contenido, sino que es un choque con el ego, el ego de las personas sobre conocimientos de uno mismo. En fin.