Regional

Continúa el drama de los pensionados aun con el cobro por terminal de cédula

21 de marzo de 2018

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Aun cuando el gobierno anunció con algarabía el cobro de pensiones por el terminal de cédula, para muchos tachirenses esa medida no soluciona el drama que deben vivir -cada mes- al tratar de cobrar su dinero en las entidades financieras. Este martes no fue la excepción, y las personas de la tercera edad expresaron su descontento.

En recorrido por algunos bancos de la ciudad de San Cristóbal, se observaron largas colas de abuelos a la espera de cobrar su pensión. La mayoría se movilizó desde la madrugada, desde diferentes sectores del municipio y el estado, bajo un inclemente sol, de pie y muchos de ellos sin un café en el estómago.

Destacó la larga hilera de una agencia de la banca privada, ubicada entre calles 9 y 10 del centro de la ciudad, donde incluso fue necesaria la presencia de la Guardia Nacional para controlar la situación de caos y anarquía que se presentó.

Una agencia del Banco de Venezuela dispuso toldos y sillas para sus usuarios durante la jornada de cobro de este martes.

—Llegué a las 4 de la mañana, son casi las 11 a.m. y no he podido pasar porque esto es un despelote. Primero dijeron que era por terminal de cédula y ahora que no, hay demasiado desorden, mucha gente coleada; todo el mundo está enfermo y quiere llegar a las 8 de la mañana y pasar primero, por encima de los que madrugamos -dijo Yolanda Escalante-.

Asimismo, agregó visiblemente molesta que además el banco no estaba pagando completo, es decir los 850.000 bolívares, sino una suma inferior, Bs. 600.000.

Para el señor Medina, es una odisea cobrar la pensión en Venezuela; “Sinceramente, uno no sabe qué hacer, y esto es todos los meses. Aquí la gente hasta se desmaya esperando. Llegué a las 5:00 a.m. y no he pasado. Y, aparte, no están pagando completo, empezaron con Bs. 850.000 y ya van por Bs. 600.000. Cuando yo pase, quién sabe cuánto me den”.

El malestar de los usuarios era generalizado. Floralba Caballero, quien venía de la aldea La Espuma, en La Buenaña, comentó que llegó a las 4:00 de la mañana, pero debido al desorden generado por un grupo de abuelos, a las 11:00 todavía no había podido ingresar al banco.

—Hay un grupo de viejitos desordenados, y qué hacen ellos, montan el desorden para que les quede dinero y ellos poderlo vender al otro lado; montan desorden para que la gente se obstine y se largue y ellos quedarse con el efectivo -dijo-.

Largas colas han tenido que soportar las personas de la tercera edad,
en circunstancias desfavorables, para sacar de las taquillas Bs. 850.000.

En lo que se pudo apreciar en la parte externa de la agencia bancaria, había una cola destinada para los pensionados y otra para el resto de personas, pero en esa segunda cola también había pensionados. Y aunque este martes correspondía a los terminales de cédula en 0, 5, 6 y 9, estaban atendiendo de otros números.

—El caos es aquí, en esta agencia, pero vaya usted al Banco de Venezuela, está ordenado. Les colocaron toldo a los viejitos y sillas, están sentados y con sombra. Es aquí, en el Banesco, el desorden. No es justo, uno aquí desde la madrugada y por el desorden de unos pocos, que siempre se quieren colear, paguemos todos -enfatizó Josefina Nieto-.

En efecto, los pensionados del Banco Venezuela -agencia San José- tuvieron un poco más de comodidad, en esta ocasión. La institución dispuso de toldos y sillas para los abuelos, la cola estuvo más organizada y fluyó rápidamente, según voz de los mismos usuarios.

Sin reportes por cortes de energía

Respecto a los cortes de energía eléctrica, en las agencias visitadas los tarjetahabientes manifestaron que no se habían registrado y pudieron cobrar sus pensiones sin mayores inconvenientes. No obstante, Hilda Delgado narró que su hija en días pasados acudió al banco y como se fue la luz, cerraron la agencia.

—Perdió la cola y se tuvo que ir, porque todos sabemos que el corte de luz dura cuatro horas, incluso más. Imagínese que aquí a uno le tocará así, sería terrible porque pierde uno la madrugada, el pasaje, la venida, todo, y lo peor, sin efectivo. Uno está esperanzado en cobrar su pensión y poder comprar alguito con eso—.