Regional

¡Hasta dos carriles usan para estacionarse!

21 de septiembre de 2024

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Freddy Omar Durán

Las calles y avenidas de San Cristóbal en zonas concurridas como el Centro y Barrio Obrero ya no dan abasto para el enorme tráfico vehicular que por allá en horas pico se da.

Sin ninguna delimitación precisa sobre el asfaltado, cualquier “hueco” sirve para estacionar el vehículo, y alegando emergencias y que solo tomará unos minutos, algunos conductores no tienen empacho en tomar el espacio correspondiente a la movilidad del tráfico.

Muchas residencias y negocios intentan con pintas en la parte de vía o incluso con todo tipo de barreras hacer respetar su lugar para estacionarse, medida que muchas veces no funciona cuando la necesidad del conductor apremia. En ciertas áreas comerciales, especialmente en la calle 16, se ha denunciado que los trancones son formados especialmente por clientes de los negocios de repostería y panadería, y se ha hecho el llamado para que con la colaboración de los locales comerciales y los entes oficiales se habilite un estacionamiento y no usen la calle para ese fin.

El uso de las vías urbanas como estacionamiento ha sido tomado de manera muy laxa, al borde del abuso y contribuyendo al caos vial. Incluso se ha llegado a tal punto que se forma un doble carril, uno para ser ocupado por motocicletas, y el otro por vehículos, apenas quedando un pedazo de vía para el tránsito.

Para los denunciantes las cosas se mejorarían si hubiese la voluntad de hacer valer las normativas referentes al uso de las vías urbanas, y de ser el caso propender para que estas se actualicen. Afirmaron que otras ciudades de Venezuela y el mundo han dado ejemplos imitables para evitar que calles y avenidas terminen congregando más carros estacionados que en movimiento. Exigen mayor severidad por parte de las autoridades municipales, pues la situación de caos vial se ha salido de control.

Un conductor aseveró que el derecho de frente de negocios ha sido mal interpretado, y que también algunas unidades de transporte público optan por detenerse donde sea para captar o desembarcar pasajeros, sin que por ello se aplique alguna sanción.

Pero en la invasión de las calles y avenidas para un uso distinto al tráfico vehicular, también contribuyen los que sencillamente disponen de las mismas para un tarantín o una vitrina comercial, situación que aunque controlada, siempre entra en desafío.

El caos promovido por el estacionamiento arbitrario se ha prestado para accidentes viales, y recientemente uno fue captado por las cámaras de seguridad que se han instalado en la ciudad. En una de esas situaciones, una motocicleta chocó por detrás a un automóvil parado en plena calle, y si bien el conductor del vehículo descendió del mismo para reclamar, lo cierto es que al infringir las normas municipales, su derecho al ser resarcido del daño se ve comprometido.