Reactivación de casas de cambio «permitiría fijar tasas más reales»
14 de octubre de 2024
La economía venezolana ha experimentado un año de altibajos, según el último informe del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB). A pesar de un prometedor inicio de año, marcado por un crecimiento sostenido, la incertidumbre política posterior a las elecciones presidenciales ha generado una desaceleración significativa en la actividad económica.
El estudio de la UCAB revela que los primeros meses de 2024 estuvieron caracterizados por un crecimiento económico impulsado por factores como el aumento de la producción y exportación petrolera, la estabilidad del tipo de cambio y una expansión fiscal asociada a la coyuntura electoral. Sin embargo, esta tendencia positiva se vio interrumpida en el segundo semestre del año, debido principalmente a la inestabilidad política y la incertidumbre sobre el futuro económico del país.
Fase recesiva en 2025
El Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales advierte que, de persistir esta tendencia, la economía venezolana podría entrar en una nueva fase recesiva en 2025, especialmente a medida que se acerque la fecha de inicio del nuevo período presidencial. La institución explica que la incertidumbre política genera desconfianza entre los inversores y afecta negativamente las expectativas económicas.
A pesar de esta desaceleración, estima que la economía venezolana crecerá alrededor de un 4 % en 2024, aunque esta cifra representa una revisión a la baja de las proyecciones iniciales. La institución también advierte sobre un posible aumento de la inflación en los próximos meses, debido a la presión sobre el tipo de cambio.
Actividad económica sufre desaceleración
La economía venezolana se encuentra en un punto de inflexión. Después de un período de recuperación, la inestabilidad política ha generado una desaceleración en la actividad económica y ha puesto en duda las perspectivas de crecimiento a corto plazo.
El estudio advierte sobre la posibilidad de una nueva recesión en 2025 si no se toman medidas para estabilizar la situación política y generar confianza en la economía. Será fundamental monitorear de cerca la evolución de los indicadores económicos y las decisiones políticas que se adopten en los próximos meses para determinar el rumbo que tomará la economía venezolana. (El Impulso)
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