Carlos Casanova
Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, el grupo se ha ampliado para incluir a Egipto, Etiopía, Irán y Emiratos Árabes Unidos Estos países suman más del 40 % de la población del mundo y más del 30 % del PIB (suma de todos los bienes y servicios expresado en valor monetario), estos valores están por encima del G7, conformando por las llamadas potencias occidentales (Reino Unido, Estados Unidos, Canadá, Francia, Alemania, Italia y Japón) y es el argumento fundamental para solicitar más representación en los organismos e instituciones financieras internacionales, como el Fondo Monetario Internacional, y el Banco Mundial.
Como es lógico, los países crecen económicamente, por ello surgen como nuevas potencias económicas por lo que exigen su derecho a participar de las decisiones que en materia económica a nivel global se tomen.
Han creado dos instituciones un nuevo banco de desarrollo y establecieron un acuerdo de contingencias, estos constituyen mecanismos alternativos financieros para sus países.
Importante tener claro que ningún país de los dos bloques, G7 o BRICS tienen el modelo económico de Cuba, Venezuela o Nicaragua.
Uno de los objetivos de los BRICS es disminuir la dependencia del dólar; como una paradoja resalta el hecho de que la revolución gobernante quiere que lo acepten en los BRICS, pero la economía de Venezuela se mueve con dólares, euros, y en el occidente del país también con pesos colombianos.
Quieren crear un sistema basado en Blockchain y trabajan en un sistema de pagos denominado Brics Pay, que resulta ser paralelo al usado en Europa, el Swift, para los estados miembros.
El discurso antimperialista y del socialismo del siglo XXI, aquí está fuera de orden, ya que los países BRICS son tan capitalistas e imperialistas como el bloque occidental, de tal manera que este bloque no transformará al mundo, quiere es desplazar al otro bloque existente y en su defecto coexistir. Los revolucionarios con ideologías fósiles trabajan para otros imperialismos, discursos estos contradictorios.
Los gobiernos de izquierda en Latinoamérica le abrieron las puestas comerciales a China creyendo que ayudaban a la lucha antimperialista y terminaron abriéndole paso al imperialismo chino.
Por otro lado, se discute sobre la moneda que cobije a los países integrados en los BRICS, con el oro como base de la nueva moneda o la criptomoneda; en el primer caso, recordar que por decisión personal de Chávez, el oro del Banco Central de Venezuela, es decir el oro de Venezuela, lo movilizó al Banco de Inglaterra, y sobre ese oro el Gobierno de Venezuela perdió señorío en razón de que no reconocen al Presidente de Venezuela.
La decisión del TSJ no obliga a las instancias y organismos internacionales a reconocer a quien dieron ganador en la sentencia, por lo que con ese oro por ahora no se cuenta.
Del oro del que se habla para respaldar las monedas es oro certificado, no es el oro del arco minero ni el oro que viaja en maletas.
India aspira ser primera potencia económica y su fortaleza es haber superado poblacionalmente a China. Mientras la población juega papel importante en la economía, Venezuela se sigue despoblando.
Venezuela necesita frenar su caída económica.
Dios con nosotros.