La rubiense Kristhyna Lizarazo es la arquera de la selección Cúcuta U-13
Norma Pérez
“Algunas veces salgo cansada del liceo y debo ir a entrenar, o viceversa. Sí, es un sacrificio, pero tiene su recompensa, cuando ganamos el campeonato. Pienso que al que obra bien le va bien”.
Kristhyna Lizarazo tiene trece años de edad, estudia segundo año de bachillerato en Rubio, municipio Junín, y su destacada actuación en el fútbol hizo que las miradas se posaran sobre ella, para continuar el ascenso en esta disciplina.
Actualmente forma parte del Club Villa del Rosario, después de ser seleccionada como arquera. Fue invitada por el entrenador Vilman Díaz, en una captación en la cancha sintética Maracaná. Allí la recibió el formador de atletas del fútbol profesional femenino del Norte de Santander y director técnico, Andrés Pérez.
Del Táchira participaron doce jovencitas, y la única seleccionada fue la guardameta rubiense, para integrar la selección Cúcuta-U 13, con la que participó en el torneo Baby Colanta, el cual se realizó en la ciudad de Bucaramanga.
El sobresaliente desempeño del equipo en la cancha les dio el pase directo al Torneo Nacional Medellín 2025, evento de gran prestigio en Colombia.
Su mamá, Karelys Torres, no puede disimular la alegría que le producen los logros de su hija:
“Me siento muy orgullosa del avance de Kristhyna desde sus inicios hasta el día de hoy. Estuvo en el Deportivo Táchira y ahora participa con la selección Cúcuta abriéndose paso, y haciendo un gran esfuerzo por aprender y mejorar cada día”.
Agradece al entrenador de arqueros profesionales del estado Táchira, Juan Alvarez, por su enseñanza; y a Vilman Díaz, por guiar su aprendizaje.
Desde muy pequeña se motivó a jugar fútbol, para seguir el ejemplo de su hermano mayor: “Siempre sentía una gran emoción para apoyarlo cuando él competía, y esto me incentivó a comenzar a jugar”.
A la fecha, la prominente atleta ha participado en incontables torneos, y se ha hecho acreedora de varios Champions Goleadora, trofeos que atesora como testimonio de una trayectoria, de la que falta mucho por recorrer.
“Pienso que vale la pena el esfuerzo, por la satisfacción de competir y ganar, viajar, conocer, hacer nuevas amistades. Sobre todo, por aprender y ver que ese aprendizaje se demuestra en resultados”.
Aunque en ocasiones siente que es difícil combinar estudios y entrenamiento, no se cambia por nadie. Prefiere organizar su tiempo y seguir para cumplir sus metas.
“Es un honor para mí viajar y conocer otro país. Me encanta el fútbol porque tengo la oportunidad de ser la ficha clave para los juegos. Es apasionante estar en la cancha, en un juego, atrapando los balones. En un futuro me veo como parte de la selección Venezuela o de la selección Colombia. Soy feliz jugando”.