Una vez salieron de participar de la eucaristía de las diez de mañana, en la iglesia San Agatón de Palmira, los abuelos fueron invitados a degustar un desayuno donde no faltó la tradicional hallaca, actividad que formaba parte de la agenda prenavideña.
La actividad es coordinada, desde hace dos meses, por las capitanías que organizan las misas de aguinaldo y el párroco, Reynaldo Chirinos. Todos, en una sola voz, dieron este regalo a unos 800 abuelos que se acercaron al salón parroquial, espacio que acondicionado para recibir a los invitados.
“Es un gesto de acción de gracias que se cristalizó gracias al trabajo en conjunto que encontró la respuesta con la presencia de los abuelos, se animaron a ser protagonistas de un compartir a unos días del inicio del tiempo decembrino”, explicó fray Reynaldo.
Todas las capitanías ofrecieron hallacas. La iglesia aportó la ensalada y el pan que acompañaron este plato navideño, homenaje a los abuelos que merecen lo mejor del mundo.
“Fue una idea de todos, y hoy estos hombres y mujeres de la tercera edad vivieron un buen rato antes de regresar a sus hogares”.
No faltó la pólvora ni la música, ni los colaboradores que incondicionalmente se acercaron a atender a los abuelos, quienes de manera ordenada se sentaron y luego de esperar la bendición del sacerdote se dispusieron a comer tranquilos y emocionados en el patio central del salón parroquial previamente acondicionado. (Nancy Porras)