“Vivir con miedo no es una premisa de los revolucionarios. No tenemos miedo y seguiremos denunciando lo que haya que denunciar y a donde tengamos que ir. Quienes creemos en la Revolución y en la paz no podemos temer ante las amenazas de aquellos que bajo ataques y violencia nos quieren opacar. Vivir con miedo no es vivir y, como dirigentes, es deber nuestro hacer los llamados de atención correspondientes y seguir denunciando los flagelos a los que someten al Táchira”, así lo expresó el constituyente Diomar Rueda, una semana después de haber sido objeto de un ataque con armas de fuego, por sujetos que le dispararon en varias oportunidades, tres de los cuales fueron abatidos posteriormente en un enfrentamiento con organismos de seguridad.    

Desde la sede del Psuv, Rueda, en compañía de su homólogo Julio García Zerpa y demás dirigentes de la tolda roja, señaló que: “Se presume que el móvil es político, dado que esa misma semana se hace un atentado en contra del conductor de uno de los constituyentes fronterizos, Miguel Pucci, cinco proyectiles impactaron en el vehículo que manejaba, eso fue 48 horas antes del atentado contra mí”.

—Son acciones marcadas de violencia por parte de un grupo que apuesta a la desestabilización, como preámbulo a una convocatoria electoral como la que tenemos el 20 de mayo. El año pasado, esta misma sede donde nos encontramos fue atacada con un artefacto explosivo, tipo granada, a manos de actores irregulares que no apuestan a una frontera de paz y un estado pacífico, ni a la cultura de la vida -sostuvo Rueda-.

“Fui víctima de una banda criminal, al estilo paramilitar, que luego de atentar contra mi vida fue ubicada en un ‘cambuche’ en una zona rural, se enfrentaron a las autoridades y posteriormente tres fueron neutralizados”, relató el constituyente.

A los dirigentes que se sienten amenazados les manifestó que: “Hay mecanismos de protección para ellos, para toda la ciudadanía del estado Táchira y de Venezuela, no por ser dirigentes políticos tenemos una protección especial; la seguridad empieza en uno mismo, al saber de ataques a otros dirigentes yo tomé mis previsiones; cualquier persona en el país puede portar un chaleco antibalas, eso está permitido, y gracias a esa precaución que tuve pude salvaguardar mi vida”.   

—Hacemos un llamado a las autoridades competentes a que se estudie cada caso en el ámbito nacional y los ataques contra los dirigentes políticos de izquierda, al recordar que esa misma semana fue asesinada Michelle Franco en Brasil, concejal revolucionaria; es una cadena de acontecimientos que dan con un orden algunas antipolíticas, nosotros solo apostamos a la política de la paz, del debate y el diálogo -apuntó Diomar Rueda-.

Leidy Zafra