EL SER HUMANO nace, crece, se reproduce y muere. Es la ley de la vida. Es la sentencia natural de nuestro periplo sobre la Tierra que deja honda huella cuando nos han precedido seres queridos o personajes famosos que en buena parte forman compañía de existencia plena… EN DÍAS pasados se dieron a conocer varios fallecimientos, empezando por la actriz venezolana de numerosas telenovelas, la zuliana Marisela Berti, quien dejó este mundo en México, donde residía,  a la edad de 74 años; en ese mismo país, murió la última diva de la época de oro del cine azteca, como lo fue la gran estrella Silvia Pinal, que se hizo famosa a nivel mundial con la producción cinematográfica “Viridiana” dirigida por el cineasta español Luis Buñuel. Tenía 93 años y se había convertido en el símbolo de la actuación del séptimo arte… IGUALMENTE otra actriz de telenovelas colombianas, Sandra Reyes, murió en Bogotá, en donde fuera reconocida por su trabajo y sobre todo recordada por su personaje de la doctora del popular “Pedro el Escamoso”… Y ENTRE NOSOTROS, nuestras palabras de hondo pesar y sincero pésame a una de nuestras publicistas, Marisela González, por la súbita muerte de su hermano menor Rodolfo, acaecido en esta ciudad. Paz a su alma… POR MÁS que estemos conscientes de este tránsito al más allá, nos resistimos a tomarlo como lógica consecuencia, pues no sabemos cómo ni cuándo nos irá a tocar el timbre la guadaña de la muerte para avisarnos que nuestra página vital se agotó en el tiempo… LO CIERTO es, como dicen los de la tercera edad, que todos vamos para allá, por más estudios científicos que se hagan para alargar la existencia o para mantener una mejor calidad de vida cuando las páginas del almanaque nos van marcando ese tictac inexorable de la fecha de caducidad de nuestra propia existencia.

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Y ESTO, es todo por hoy.

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MENTIRAS universales:

“Yo viviré más de 100 años”.

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DIOS los bendiga, ¿Saben?

VICTOR MATOS