Opinión

El corazón de Bolívar

18 de diciembre de 2024

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Néstor Melani-Orozco

Era viernes aquel día en Santa Marta, hace 194 años de la inmortalidad del poeta y Libertador de América. Ayer 17 de diciembre logramos apreciar las meditaciones y Bolívar libertador grabado en los gritos del mundo, en los destinos de las aldeas y de ciudades enteras izando su bandera; esto nos devolvió el aroma del caballero andante, del Quijote invocando la arenga de Choquehuanca en Pucará del Alto Perú, mientras detrás de los siglos se elevan las manos a la urgente dignidad, por los verdaderos del sentir moral. …Habíamos entendido la gloria del General Simón Bolívar, en su último viaje entre las fuerzas del mar Caribe y las nevadas montañas que se asoman a la ciudad de Santa Marta «La Perla de América» donde el Libertador terminó los sueños y la Gran Colombia fue dividida en pedazos. Mientras de amor Hermenegildo Barranco ofrendaba la inmensa presencia desde su «Iglesia India» de Mamatoco, con el dolor del Guerrero. De la carta a su Fanny Du Villar en las horas de las congojas, donde José Palacios presenció las realidades y las traiciones; desde el bergantín estadunidense con un médico enviando pócimas para el enfermo general. Y Joaquín de Mier invocaba las palabras de haber escuchado del Libertador sobre «Los Tres Majaderos» mientras las revueltas de Colombia desangraban al pueblo y Urdaneta era presidente, pero cercado por los oligarcas de Bogotá.

Y Bolívar el más grande del mundo se moría aquel 17 de diciembre de 1830, pobre y traicionado. Herido por sus devotos y visto como un fantasma y cadáver político… «Si mi muerte contribuye a que cesen los partidos y se consolide la unión, yo bajaré tranquilo al sepulcro” lo dicto a José Catalino Noguera el escribano, en su última proclama. Mientras su corazón cerraba los tiempos fulgurantes de los cañones de Bombona y el hombre humano conquistaba su verdadera libertad. Lo velaron en la casa de la Aduana, porqué el arzobispo de la catedral de Santa Marta, José María Esteves prohibió sus actos en la iglesia más antigua de América. Ocultaron su cuerpo para evitar las profanaciones. Y días después fue enterrado en la nave lateral de la catedral, en la cripta de la Familia Granados. Mientras esto sucedió, en un frasco con el corazón del padre de la independencia, fue guardado el corazón de la libertad en los sótanos de la blanca catedral; oculto a los siglos desde la tumba donde de calcretos húmedos se testificaron, para borrar el lugar. Histórico relato encontrado en el álbum manuscrito del breviario de 1930. Con el sabor de la tierra y desde el soldado rojo y eterno en el cuartel de la montaña; en la meditación poética de Pablo Neruda.

 Una tarde en Maturín en uno de mis viajes entre mis exposiciones de «Bolívar, color de la Tierra» fui a almorzar con el historiador Jorge Mier Hotman, el dichoso autor de los libros «La Carta» junto a nuestro hermano Marco Tulio Arellano, Carmen García mi compañera, y Carmencita Anzola la del coro en el Teresa Carreño cuando vino a Caracas Luciano Pavarotti. Y en amena memoria nos afirmamos sobre el Cura de Mamatoco, del ánima poderosa de Bolívar y del secreto de su corazón oculto; en el vientre de aquella barroca catedral entre las fuentes y las venas del Lope de Aguirre. De quien los hijos de los hijos de Santa Marta continúan esperando y describiendo de saberes que un Corazón del caballero de la orden del grado treinta y tres está en las profundas catatumbas de la catedral de la ciudad del Caribe colombiano ¡Meditamos y nos encontramos con el misterio de los significados! Siendo esta historia una veneración sublime por el soldado que valió por miles de soldados; más grande que Aníbal y más humano que Napoleón, concediendo la independencia a los pueblos del sur. Y desde su aura infinita vive de amor como un gigantesco corazón en la tierra que se afirmó en «El Pantano de Vargas» y la existencia eterna de Boyacá.

Con las huellas de Pichincha, Ayacucho, Carabobo y la vida de las banderas en el encuentro del Lago de Coquivacoa donde Prudenciano Padilla reafirmó el último sentir de la guerra por la libertad. Para ser la esencia de una sola tierra, como la única promesa. Del Rojo Corazón de la Patria… Donde existan las conciencias de una humanidad al credo sagrado del Libertador… y Bolívar inmortal como el horizonte sea nuestra memoria más grande que el sol de la libertad.

Artista Nacional. *Cronista de La Grita. *Maestro Honorario. *Doctor en Arte. *Premio Internacional de Dibujo Joan Miró 1986. Barcelona. España. *Miembro Honorario de la Sociedad Bolivariana de New York. *Premio Nacional del Libro 2019. *Honrado con un Salón en la Gobernación del Táchira. 2022. *La Feria Internacional del Libro 2023 se dignó en su nombre. *Por decreto del Gobernador del Táchira se erigió la Estampilla Fiscal con sus obras bolivarianas. 2024.

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