EN AÑOS PASADOS, las páginas de sucesos de los diarios que se imprimían en el Táchira se nutrían de los suicidios en el Viaducto de La Bermeja; luego de los asesinatos, posteriormente de los secuestros, hasta la fecha de hoy en donde priorizan los accidentes de tránsito… PERO RESULTA que este fenómeno que acaba con vidas y deja muchas veces inutilizados a sus sobrevivientes, no son por colisiones de vehículos normales como los automóviles, camiones, autobuses, sino de ese carro de dos ruedas como lo es la motocicleta, que se ha multiplicado exponencialmente en los últimos años… A TAL PUNTO ha llegado este fenómeno, que según las estadísticas oficiales, el 80 por ciento de estos accidentes viales, registrados el año pasado, han sido de motorizados, muchos de los cuales o han perdido la vida o han quedado mutilados para todo el resto de su existencia… ANTE TAL situación, muchas veces hemos alertado en estas líneas exigiendo a las autoridades de tránsito la necesidad de contar con escuelas de formación de motorizados, con medidas que impidan su conducción bajo estados de ebriedad, a velocidades excesivas, y que no transiten más allá de las siete de la noche… DE UN TIEMPO a esta parte, se ha multiplicado el número de estos vehículos que se han convertido en un riesgo no solo para los viandantes sino para los automovilistas, de ahí la imperiosa necesidad de formar conductores con vestimenta adecuada, conocimiento claro del manejo de este tipo de transporte, toda vez que muchos de ellos sirven de mini-taxis solicitados por su facilidad en reducir el tiempo en su recorrido como por su costo de servicio… NO ES JUSTO que ante la falta del cumplimiento de numerosas normas al respecto, diariamente las salas de emergencia de los centros de salud se vean colmadas de personas afectadas por los accidentes ya registrados por las autoridades, pero sin que nadie a la fecha tome las medidas necesarias para reducir los lamentables hechos que cobran numerosas víctimas fatales… INSISTIMOS en la pertinencia de crear escuelas de motorizados, en sanciones para quienes conduzcan estos pequeños caballos de hierro, exigencias en su respectiva vestimenta como cascos protectores, rodilleras, tobilleras, para que en el caso de un imprevisto, se minimicen sus consecuencias, pues en la mayoría, los afectados son jóvenes que truncan su vida útil para bien de su futuro y de la sociedad… LAMENTABLEMENTE nos estamos acostumbrando a las frías estadísticas que nos llaman la atención pero que de inmediato nos hacen girar la vista hacia otras cosas que dejan este problema como si no fuera de nuestra incumbencia, esperando que tal situación se controle por su cuenta y riesgo.

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Y ESTO, es todo por hoy.

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MENTIRAS universales:

“Sin carnet de conducir no puedo comprarme una moto”.

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DIOS los bendiga, ¿Saben?

VICTOR MATOS