Opinión
La canción “Coqueta” y el efecto de la Mera Exposición en la Era Digital
23 de enero de 2025
*Rocío Márquez
En el mes de diciembre pasado se viralizó la canción “Coqueta”. Dicen por ahí que les hizo la Navidad a los colombianos. Para ser justos, tendríamos que admitir que a los no colombianos también.
Al principio, no me agradó. No es el tipo de música que suelo escuchar. Pero después de encontrarla constantemente en redes sociales, en las casas, en los taxis y en el tarareo de algunos amigos y familiares, debo confesar que terminó por agradarme; y que, incluso, me descubría queriendo escuchar:
“Ay, acarameladitos
pico con pico, beso con beso
ay me tienes en embeleso
ya falta un pelo pa’ enamorarme”.
El gusto por esta canción después de que no me agradaba, me hizo pensar en el efecto de la Mera Exposición, un sesgo cognitivo por el cual lo familiar resulta agradable. Es decir, mientras más expuestos estamos a algo —una persona, un producto, una idea, una canción, etc.— más tenderá a gustarnos. Pues la repetición hará que sea de nuestra preferencia, por la familiaridad que nos evoca.
¿Por qué sucede esto?
Tendemos a asociar lo conocido con lo seguro. Lo repetido nos proporciona la sensación de familiaridad y genera una respuesta emocional positiva. Los anuncios publicitarios repetitivos, por ejemplo, buscan aprovechar ese efecto y lograr que recordemos un producto o servicio.
Ahora, ¿qué sucede con este sesgo si vivimos en una sociedad hipermediatizada, de redes sociales e Inteligencia Artificial?
El Efecto de la Mera Exposición en la Era Digital
Gran parte de la información que consumimos está mediada por las redes sociales y la Inteligencia Artificial. Los algoritmos prácticamente deciden qué vemos y a qué estamos expuestos. Nos conectan con el mundo, por supuesto; pero al mismo tiempo amplifican el impacto del Efecto de la Mera Exposición.
La personalización extrema
Una de las formas en que este sesgo se amplifica es gracias a la personalización extrema. Los algoritmos están diseñados para mantenernos enganchados, por lo cual nos muestran contenidos acordes con nuestras preferencias. De allí que estamos expuestos repetidamente a nuestros propios puntos de vista. Con ello, corremos el riesgo de que nuestras opiniones se radicalicen y que rechacemos información que no sea consecuente con nuestras ideas.
¿Y los bulos?
También puede suceder con los bulos. Es posible que la repetición de informaciones falsas nos lleve a creer que son ciertas solo por haberlas visto en repetidas ocasiones. Asimismo, como me sucedió con la canción “Coqueta”, los algoritmos también pueden manipular nuestras preferencias al mostrarnos de forma repetida productos o ideas que nos resulten familiares.
Los peligros siguen siendo la polarización, la desinformación y la adicción a las redes sociales por la gratificación instantánea. Así que es esencial ser conscientes de que estamos expuestos a sesgos, buscar diferentes fuentes y perspectivas, y verificar la información que recibimos. Digo, sobre todo ante la posibilidad de que lo que se repita constantemente no sea simplemente una simpática canción como “Coqueta”.
*Comunicadora social. Doctora en Ciencias Humanas. Directora de la Escuela de Comunicación Social, ULA Táchira.