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10 de marzo de 2025
Hogan Vega y Dorly Silva
Al realizar una retrospectiva del transcurso de la historia, se observa que muchas científicas han dedicado su vida a la investigación y han hecho grandes contribuciones a la ciencia y la tecnología; sin duda, las mujeres desempeñan un papel fundamental en estas disciplinas, en la actualidad. Al mismo tiempo, la mujer es una figura multifacética que ha desempeñado roles esenciales en la sociedad, desde cuidadoras y educadoras hasta líderes y pioneras en áreas diversas; su contribución ha sido fundamental para el desarrollo humano. Con el paso del tiempo las mujeres han demostrado su capacidad para adaptarse y sobresalir en contextos diferentes; enfrentan desafíos y rompen barreras. Sin embargo, en la actualidad, es vital resaltar el papel que las mujeres están desempeñando en campos como la ciencia y la tecnología, donde su impacto es cada vez más significativo y transformador, por lo que es un momento excelente para reconocer su labor en el Día Internacional de la Mujer, que se conmemora el 8 de marzo de cada año.
Las condiciones sociales y culturales han mantenido a las mujeres fuera del ámbito científico y tecnológico; durante décadas se ha trabajado, a nivel internacional, para definir esta situación, desde la perspectiva de igualdad de género y de oportunidades. La representación femenina en la ciencia ha ido en aumento en las últimas décadas, lo que representa un motivo de celebración y un signo de progreso hacia la igualdad de género en un campo que, históricamente, ha estado dominado por hombres. Cada vez más mujeres ingresan a las disciplinas científicas, desde la biología y la química hasta la ingeniería y la informática. Este crecimiento no solo es un reflejo de los cambios en las actitudes sociales hacia el papel de la mujer en la ciencia, sino también de un esfuerzo consciente por parte de instituciones educativas y organizaciones, para fomentar la participación femenina en estas áreas.
En el ámbito científico, las mujeres han demostrado ser investigadoras excepcionales. A través de su trabajo, han realizado descubrimientos que transforman la vida y contribuido al avance del conocimiento en disciplinas diversas; demostraron que su capacidad intelectual y creatividad no tiene límites. Por lo tanto, se hace necesario mencionar a científicas destacadas de la historia, y hablar en el contexto actual de la Inteligencia Artificial (IA). Augusta Ada Byron (1815-1852), más conocida como Ada Lovelace, fue una matemática y escritora inglesa considerada la primera programadora informática de la historia. Ella inició el sistema informático que se conoce en la actualidad, señala la Organización de las Naciones Unidas (ONU); Lovelace era colega de Charles Babbage (un matemático y científico británico) con quien trabajó en la calculadora denominada máquina analítica. Entre sus notas sobre este aparato se encontró el primer algoritmo destinado a ser procesado por una máquina. En su honor, el Departamento de Defensa de los Estados Unidos de América llamó “Ada” a un lenguaje de programación.
María Salomea Skłodowska-Curie, más conocida como Marie Curie (1867 –1934), fue una física y química polaca pionera en el estudio de la radiación. Sus investigaciones la llevaron a descubrir dos (2) elementos radiactivos: el radio y el polonio. Sus descubrimientos acerca de la radiactividad sentaron las bases para la física moderna. De acuerdo con la ONU, Curie sentó las bases para la ciencia nuclear moderna, desde los Rayos X hasta la radioterapia para el tratamiento del cáncer. Además, fundó un instituto de investigación médica en Varsovia e inventó unidades móviles de Rayos X que ayudaron a más de un millón de soldados heridos en la Primera Guerra Mundial. Por sus aportes recibió dos premios Nobel y se convirtió en la primera mujer en hacerse de este reconocimiento y en la primera persona en ganar dos premios Nobel en distintas ciencias (en Física en 1903 y en Química en 1911).
Rosalind Elsie Franklin (1920-1958) fue una química y cristalógrafa británica, cuyo trabajo fue fundamental para la comprensión de las estructuras moleculares del ácido desoxirribonucleico, el ácido ribonucleico, los virus, el carbón y el grafito. Ella, desde joven, supo que quería dedicarse a la ciencia y se doctoró en Química en la Universidad de Cambridge. Esta científica logró hacer una fotografía que mostraba la doble hélice del ADN; señala la ONU que: “Otro investigador del mismo laboratorio, Maurice Wilkins, mostró la imagen a un compañero y juntos publicaron el descubrimiento en la revista Nature. En 1962, estos tres investigadores recibieron el Premio Nobel por el descubrimiento de la doble hélice del ADN, pero Franklin había fallecido cuatro años antes por cáncer de ovario”.
Investigadoras como Ada Lovelace, Marie Curie y Rosalind Franklin son solo algunas mujeres que han hecho contribuciones pioneras, al abrir caminos para las generaciones futuras. De ahí que la representación femenina en la ciencia ha ido en aumento; esto es un motivo de celebración. Sin embargo, aún enfrentan desafíos significativos, como la falta de reconocimiento en comparación con sus colegas masculinos. A pesar de estos obstáculos, muchas mujeres continúan perseverando y desafiando las normas establecidas, para demostrar su valía en un campo que, históricamente, ha sido dominado por hombres. La lucha por la igualdad de género en la ciencia es una batalla que muchas investigadoras han decidido emprender, al convertirse en defensoras de una mayor inclusión y diversidad.
En el ámbito de la tecnología, las mujeres lideran innovaciones que están cambiando la forma en que se vive y se trabaja, desde el desarrollo de software, hasta la creación de nuevas tecnologías. Su participación es crucial para garantizar que las soluciones tecnológicas sean inclusivas y representativas de toda la sociedad. Las mujeres están empujando los límites de la innovación y demostrando que su perspectiva es esencial para el avance tecnológico. En empresas como Google, Microsoft y otras grandes corporaciones, las mujeres han asumido roles claves en la creación de productos y servicios que impactan a millones de personas en todo el mundo.
Cada vez más mujeres ocupan cargos de alta gerencia en empresas tecnológicas y científicas, ya que su presencia en estos puestos de liderazgo, no solo es un símbolo de progreso, sino que también trae consigo un cambio en la cultura organizacional. Las líderes mujeres tienden a fomentar ambientes de trabajo más inclusivos y colaborativos, lo que a su vez impulsa la creatividad y la innovación dentro de sus equipos. La diversidad en los equipos de trabajo no solo mejora la toma de decisiones, sino que también aumenta la productividad y la satisfacción laboral, al crear un círculo virtuoso que beneficia a todos.
Es vital que la sociedad reconozca y celebre los logros de las mujeres en la ciencia y la tecnología. La visibilidad de estas pioneras no solo inspira a otras mujeres a seguir sus pasos, sino que también desafía los estereotipos de género que aún persisten. Al destacar sus contribuciones, se fomenta un entorno más equitativo y justo para todos. La representación en medios de comunicación, conferencias y publicaciones científicas es fundamental para cambiar la narrativa, y mostrar que las mujeres son igualmente capaces de realizar aportes significativos en cualquier campo.
La educación juega un papel fundamental en este proceso, porque fomentar el interés de las niñas y adolescentes en las ciencias y la tecnología, desde una edad temprana, es esencial para asegurar que continúen en estos campos. Programas educativos que promueven la participación femenina en STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) son cruciales para cerrar la brecha de género y preparar a las futuras líderes.
En la celebración del Día Internacional de la Mujer, es importante reflexionar sobre los logros alcanzados y los desafíos que aún persisten. Las mujeres en la ciencia y la tecnología están redefiniendo lo que significa ser una investigadora y líder en estos campos. Su dedicación y pasión son ejemplos a seguir, y es deber apoyar y promover su trabajo para construir un futuro más equitativo y próspero para todos. La lucha por la igualdad de género en la ciencia y la tecnología es un esfuerzo colectivo, que requiere el compromiso de todos. Juntos pueden crear un mundo donde cada mujer tenga la oportunidad de brillar y contribuir plenamente a la sociedad. Rosa Luxemburgo (1918) manifestó: “La libertad es siempre la libertad de quien piensa de manera diferente”.
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