Los caminantes aún se ven cruzar la frontera colombo-venezolana. Algunos van de retorno y otros de salida. Aprovechan los puntos de atención para recibir hospedaje, comida o chequeos médicos.
En el municipio Capacho Viejo hay un punto móvil manejado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y la Diócesis de San Cristóbal. Allí suelen atender al día entre 20 a 30 caminantes de salida o de retorno.
«De ese grupo, 18 o 20 van migrando y otros 10 o 12 retornando», especificó una fuente consultada por Diario La Nación. Destacó que el punto móvil funciona de 7:00 a.m. a 3:00 p.m. y luego pasan a la Casa de Alojamiento Temporal (CAT) que abre a las 4:00 p.m., y le otorga hospedaje por una noche, con cena incluida, a los caminantes que lo deseen. Esta CAT queda en Capacho Nuevo.


Aunque el número de caminantes ha mermado en comparación con años anteriores, aún se ven varios grupos en el día. «Los Capachos son puntos focales porque están cerca de la frontera y de San Cristóbal», señaló.
La vulnerabilidad de los caminantes es grande. Muchos van en familia, con muy pocos recursos, sin los permisos de los menores y sin un plan específico sobre qué van a hacer en tierras foráneas. La mayoría, al año o antes, terminan retornando.
«Hay días en los que la cifra puede ser menor de 20 o 30 caminantes, y hay otros en los que suele ser mayor, pero ese es el promedio en el día», prosiguió la fuente consultada.
Jonathan Maldonado