LOS MIEMBROS de la Sociedad de Defensa de los Animales deben estar bailando en una pata tras la decisión tomada en México de permitir las corridas de toros en su territorio, pero sin los aditamentos de la muerte del cornúpeta ni de la sangre y arena como hasta ahora, sino edulcorada en un ambiente en donde se prohíbe la estocada final al astado, se elimina la acción de los picadores y desaparece el arte de las banderillas… SERÁ UN  espectáculo light donde se eliminará el título de “mataor” al diestro que enfrenta al toro de raza sin dañarle siquiera una uña, ni mucho menos llevarse a casa los emblemáticos trofeos por su buena faena como el rabo y orejas… A LO MEJOR en lugar de arena en los cosos, extenderán una alfombra roja para recibir a los animales y los diestros saldrán con corbatín y levita, mientras pasan a la historia los iluminados banderilleros o al descanso en casa de los picadores como hasta ahora han hecho presencia en estos encuentros de centenares de años que se practican en la América hispana… EL ANIMAL por lo tanto, entrará y saldrá orondo de la plaza, meneando sus músculos y desfilando airoso, como si estuviera en un desfile de modas y al no ser sacrificado ni tampoco amputadas sus orejas y rabo como trofeo de triunfo, los toreros tendrán que conformarse a lo mejor con diplomas de buena conducta o puntaje por el mejor manejo de la capa… DE TAL MANERA que en México, pueblo bravío y de machos, machos, a lo mejor colgará en las orejas de sus animales sendas rosas para que se les dé como triunfo de su tarde taurina… POR ESE CAMINO, es decir el fin de la fiesta brava, irá Colombia a partir del 2027 ya aprobado por el Congreso de ese país, colocando el candado en los encierros y en las plazas que por años han vibrado con el “Olé” de sus fanáticos que añorarán por siempre un espectáculo que incluso aquí en el Táchira se ha convertido en el eje central de atracción de su Feria Internacional de San Sebastián… Y COMO DICE el refrán: cuando veas las barbas de tu vecino arder, pon las tuyas a remojar, ya se debería estudiar el futuro destino de la Plaza Monumental de Pueblo Nuevo, cuyas instalaciones que datan de cincuenta y ocho años, para convertirla en un campo de espectáculos para las generaciones futuras… EN SUMA y para no hacer más extenso este obituario de la tauromaquia, ya se debería estar pensando en darle utilidad a esa hermosa mole que forma parte de nuestro historial festivo y que tanto costó en su momento erigirlo.

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Y ESTO, es todo por hoy.

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MENTIRAS universales:

“¡Olé!”-

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DIOS los bendiga, ¿Saben?

VICTOR MATOS