Madrid, abr (EFE).- La quinta derrota liguera del Real Madrid, la undécima jornada de treinta disputadas que no suma un triunfo, es un paso atrás en la pelea por el título de un equipo cansado mentalmente tras la disputa de 51 partidos a inicios de abril, que ha perdido seguridad defensiva en una semana en la que encajó ocho tantos en tres partidos en el Santiago Bernabéu, condicionado por las lesiones y el bajón de rendimiento de referentes ofensivos como Vinícius y Rodrygo.
Desde que arrancó el mes de febrero el Real Madrid ha dejado escapar 13 puntos en La Liga. Una losa que reduce sus opciones de defensa de título. Los partidos perdidos en casa del Espanyol (1-0) y Real Betis (2-1), el empate en el derbi ante el Atlético del Bernabéu (1-1) y en la visita a El Sadar (1-1), se culminó con el broche a una semana en la que el equipo de Carlo Ancelotti caminó por el alambre en dos partidos y se cayó en el tercero.
El Valencia, único equipo que no había ganado de visitante en La Liga, conquistó el estadio madridista con un gol de Hugo Duro en el minuto 95 que castigó el riesgo táctico de Ancelotti. Sintió el técnico italiano que el empate era una derrota en un partido que merecía ganar por número de ocasiones, mandó arriba a un central, Antonio Rüdiger, buscando un nuevo ‘milagro’ en los últimos compases y el castigo fue mayúsculo al ser sorprendido desguarnecido en un contragolpe letal que costó la derrota. La pérdida de consistencia defensiva
Ancelotti, como buen técnico italiano, parte de una base para alcanzar el éxito: ser fuerte en defensa. Construir a su equipo desde atrás, confiado siempre en la calidad de sus jugadores de ataque para que acaben decidiendo los partidos, es una de sus máximas. Condicionado por las lesiones de Dani Carvajal y Éder Militao, lo ha perdido este curso. Si la última Liga la ganó encajando 26 tantos en 38 jornadas, en el presente se aleja del título tras recibir 31 goles en 30 jornadas.
Una semana que debía de ser propicia para ganar confianza, con tres encuentros en el Santiago Bernabéu, la ha cerrado el Real Madrid con las peores sensaciones. Ocho goles recibidos con tres defensas diferentes y dos porteros. La debilidad mostrada ante el Leganés, que marcó dos, aumentó en la locura copera frente a la Real Sociedad, cita en la que recibió cuatro que estuvieron cerca de dilapidar su ventaja. El Valencia marcó dos tantos a placer en tres remates a puerta. El cansancio físico y mental
Acusó el Real Madrid la cantidad de partidos de un calendario insostenible, hasta 51 a inicios de abril, y especialmente el cansancio acumulado tras las prórrogas. De la protagonizada en el Metropolitano para superar en la tanda de penaltis al Atlético de Madrid en octavos de final de la Liga de Campeones, a la de la vuelta de semifinales de Copa del Rey frente a la Real Sociedad.
Un desgaste físico, con esfuerzos extras inesperados para remontar al Leganés y a la Real en una semana que se acabó pagando frente a un Valencia que llegaba al Bernabéu con bajas sensibles. Y sobre todo, un desgaste mental que ha provocado que cuando el plan de Ancelotti con un equipo titular con rotaciones en los tres partidos semanales no funciona, tampoco encuentre desde el banquillo revulsivos. La elección de partidos claves en los que no medir esfuerzos ha acabado en grandes lagunas de juego en otros que pueden provocar el adiós a LaLiga. La falta de fluidez en el juego; la pérdida de efectividad ofensiva
Los síntomas de ansiedad se trasladan a la zona clave del campo, donde se deciden los partidos, la finalización de jugadas. El Real Madrid ha chutado en las dos últimas jornadas de La Liga EA Sports hasta 45 disparos (24 al Leganés y 21 al Valencia). Un total de 19 fueron a puerta para marcar 4 goles. EFE