Una vez dio la bendición, el párroco Reinaldo Contreras procedió a incensar los ramos para así rociarlos con el agua bendita
Jonathan Maldonado
Decenas de feligreses desbordaron de fe y devoción las calles de San Antonio del Táchira, en el municipio fronterizo Bolívar, en el inicio formal de la Semana Santa con el Domingo de Ramos.
La Concha Acústica José Martí de la Villa Heroica, como también se le conoce a la ciudad, quedó pequeña ante la gran cantidad de adultos, jóvenes y niños que acudieron a la bendición de los ramos.
El párroco de la Basílica Menor San Antonio de Padua, Reinaldo Contreras, en compañía de los nazarenos, ataviados en sus tradicionales trajes (hábito y capirote blancos en esta oportunidad), presidió la concurrida actividad.
«Santifica con tu bendición estos ramos para que quienes acompañamos jubilosos a Cristo Rey podamos llegar por Él a la Jerusalén del cielo. Él que vive y reina por los siglos de los siglos, Amén», profirió el párroco.
Luego, el padre procedió a incensar los ramos para así rociarlos con el agua bendita. Terminada la bendición, abandonaron el nicho en procesión, rumbo a la Basílica Menor, donde se llevaría a cabo la eucaristía.