EL PASADO domingo 13 de abril, las letras hispanas amanecieron de luto tras el fallecimiento del último representante del llamado “boom latinoamericano” que surgió en la década de los 60 y que representó a una nueva forma de narrativa, sobre todo de la novela de ficción. SE TRATA del peruano Mario Vargas Llosa, quien murió a la edad de 89 años en Lima, Premio Nobel de Literatura en 2010 y uno de los más destacados escritores de habla hispana, marcando así un giro extraordinario que fuera seguido por otros ilustres escritores de la talla de Gabriel García Márquez, Carlos Fuentes, Cortázar, entre otros… MARIO VARGAS LLOSA nació en la sureña ciudad de Arequipa en la tierra de los incas y desde muy joven se inclinó por la narrativa de historias, que trascendieron a nivel mundial… SE LE RECUERDA por su “ópera prima” como La Ciudad y los perros, Conversaciones en La Catedral que lo catapultó al universo de los grandes; Pantaleón y las visitadoras, que incluso fue llevada al cine, La tía Julia y el Escribidor, una especia de autobiografía de sus primeros años de juventud, y La fiesta del Chivo, que narra las atrocidades de la dictadura del tenebroso generalísimo Leónidas Trujillo de República Dominicana, además de una extraordinaria columna de análisis del acontecer internacional a través del diario El País de España; obras de teatro, ensayos y trabajos de excepción ampliamente aplaudidos por la comunidad cultural e histórica marcaron su larga trayectoria… LLEGÓ A SER candidato a la presidencia de la República de Perú, su país natal, en 1990, perdiendo frente a su contendor Alberto Fujimori, y rompió con su defensa a la revolución cubana y a Fidel Castro, por la postura del jefe caribeño frente a la cultura en su país… SU RESIDENCIA en Barcelona fue marcada luego por sus relaciones con Isabel Preysler, de quien se separó ocho años después y volvió a los brazos de su exesposa, en cuya residencia murió rodeado del cariño de sus hijos, tras dejar una estela cultural y literaria que marcó buena parte del siglo XX. Paz a su alma… REGISTRAMOS igualmente el sensible fallecimiento del tachirense doctor Adolfo Vivas Arellano, reconocido dirigente político de la extinta Cruzada Cívica Nacionalista en el Táchira, hecho ocurrido a sus 101 años de edad en el estado de La Florida en los Estados Unidos, y quien en las décadas de los 70 y 80 nos distinguió con su amistad, siendo uno de los colaboradores de las páginas de opinión de este diario. Que Dios lo tenga en su gloria.

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Y ESTO, es todo por hoy.

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MENTIRAS universales:

“Ya empecé a escribir mi primera novela”.

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DIOS los bendiga, ¿Saben?

VICTOR MATOS