En contumaz vicio ético y lingüístico, determinadas publicaciones editadas en el país, y entre ellas varias digitales, siguen incurriendo en flagrante violación de la Constitución Nacional. Ahora, por excentricidad o esnobismo, publican textos en inglés. A pesar de que el idioma español es precepto y mandato oficial instituido desde la creación de Venezuela como país libre y soberano. Sin embargo, ante la anárquica evolución de las comunicaciones y la confusión gramatical en internet a través de abreviaturas acomodaticias y voces, léxicos o galimatías, se transgrede impunemente la máxima ley a diario. Específicamente lo que pauta el artículo 9 del Título 1 de los principios fundamentales constitucionales al decretar: “el idioma oficial es el castellano los idiomas indígenas también de uso oficial para los pueblos aborígenes, deben ser respetados en todo el territorio de la República, por constituir patrimonio cultural de la Nación y la humanidad”. En épocas pasadas, fue permisible la edición en el país de publicaciones en inglés e italiano. Solo para los residentes de las comunidades que hablaban ambos idiomas. Fueron los casos de “The Daily Journal”, desaparecido en 2008, y “La Voce d’ Italia”, aún en circulación. Fundado el vocero norteamericano en 1945 por el periodista estadounidense Jules Waldman y el semanario italiano que creó en 1950 el periodista europeo oriundo de Avezzano, Gaetano Bafile. Hoy convertido en diario para la colonia ítalo-venezolana y en página web desde 2012. Pero todavía sigue en plena vigencia el mandamiento supremo de la Constitución Nacional: nuestro idioma legal es el español.
Germán Carías Sisco