Un «río» de aguas putrefactas afecta desde hace más de 10 días a la comunidad del barrio Antonio José de Sucre, en San Antonio del Táchira. Vecinos aseguran que ya hay niños y adultos mayores enfermos por tan grave escenario.

Lorena Fuentes, vecina, hizo un llamado directo a la alcaldesa del municipio fronterizo Bolívar, Sandra Sánchez, para que envíe a su grupo de obreros y maquinaria adecuada para solventar el bote que contamina a decenas de casas.

«Hay muchas personas de la tercera edad enfermas. Los niños ya se están enfermando. Necesitamos que nos colaboren los más pronto o que digan qué tenemos que hacer para que le metan mano a esto», enfatizó Fuentes.

«Los niños se están enfermando», reiteró Bianei Cáceres para recalcar el punto que ya había comentado Fuentes. «Tenemos varios abuelos. Hay gente tirada en cama por tan malos olores», prosiguió con la anuencia de los demás habitantes.

«Esto es fatal»

Ana Inés Caicedo, de 78 años, calificó de «fatal» el bote de aguas servidas que pasa, cual riachuelo en época de lluvia, por todo el frente de su casa. «Cerramos la puerta, pero igual el olor pasa. Hay muchas moscas, zancudos», lamentó quien asevera estar enferma de la garganta, con fiebre y dolor de cabeza.

A Caicedo se le dificulta caminar. El pequeño espacio donde se encontraba estaba totalmente invadido por los olores putrefactos. «Hemos acudido a un lado y a otro, pero no hay repuesta. Así no nos podemos aguantar».

«Hay mucha pichera», vociferaba otra vecina al tiempo que conminaba a las autoridades a dar una respuesta oportuna y a corto plazo. «Las lluvias de hace días provocaron esta situación», dijo Carlos Santos, otro de los afectados.

El río recorre un extenso tramo de calle y termina con una laguna que se formó a la altura del puente que une a Libertadores de América con el Sucre.

Jonathan Maldonado