Nancy Porras

Alrededor de 300 millones de personas están afectadas por asma, estimado que actualiza a propósito de recordarse este 6 de mayo el Día Mundial de esta enfermedad.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la prevalencia varía entre diferentes regiones y países, oscilando entre el 1 % y el 18 % de la población; no obstante, preocupa que se espera que la cifra de personas con este diagnóstico siga aumentando en los próximos años.

Los médicos especialistas definen el asma como una enfermedad crónica no transmisible común en niños y adultos, afectando la salud global.

Una de las preguntas que siempre se hacen los pacientes y sus familiares es la causa de esta enfermedad, y coinciden los médicos que la predisposición genética juega un papel importante en el desarrollo del asma.

Sin embargo, no se pueden descartar factores externos como la exposición a alérgenos, contaminantes y otros elementos ambientales que pueden llevar a agravar el asma.

La falta de acceso a la atención médica y a la educación sobre el asma puede contribuir a una mayor prevalencia y gravedad de la enfermedad.

A estos factores se deben sumar el tabaquismo, la obesidad y la falta de actividad física, que pueden aumentar el riesgo de desarrollar asma o empeorar sus síntomas.

Al mismo tiempo se debe advertir que a pesar de los avances en el tratamiento, el asma sigue siendo una de las principales causas de mortalidad en todo el mundo, con casi 250.000 muertes prematuras cada año, según la OMS.

Causa una gran carga de morbilidad, con un número elevado número de personas que viven con síntomas crónicos, ataques frecuentes y limitaciones en su calidad de vida. Padecerla puede conducir a la pérdida de productividad y llevar la incapacidad.

Hay más niños que niñas que padecen asma. En la edad adulta, el asma es más frecuente entre las mujeres.

En Venezuela, tiene una alta prevalencia, especialmente en niños. Un 32 % de los menores de 14 años ha experimentado episodios de asma o sibilancias en algún momento de su vida.

Existe una gran demanda de atención médica, con más de medio millón de crisis al año atendidas en hospitales y centros de salud públicos.