Centenares de vendedores de gasolina de contrabando desde el estado Táchira, que hacen vida en Cúcuta, se congregaron en las afueras de la Alcaldía, la mañana de este lunes, para manifestarle al mandatario César Rojas, a la Policía Nacional y a las demás autoridades, su rechazo por los controles contra este sector, publicó el Diario La Opinión.
Los “pimpineros” indicaron que están cansados del “martilleo” por parte de algunos funcionarios y exigen que los “dejen trabajar”. “Me agarraron, me quitaron la gasolina, me quitaron la plata y tras eso, me dieron patadas”, le dijo uno de ellos al coronel Javier Barrera, comandante de la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc). En medio del álgido momento, Barrera fue protegido por otros agentes.
Además de los controles e incautaciones, estos vendedores se quejaron del “fracaso de la reconversión laboral” y así lo subrayó Yuleima García, presidenta de Sintragasolina.
El Ejecutivo ha destinado 8.770 millones para tratar que los vendedores de combustible de contrabando cambien de actividad, según Mincomercio, el cual a principio de enero anunció que 1.064 informales recibirán ayuda para su reconversión laboral en los departamentos fronterizos.