Frontera
Pasaron la noche a la intemperie para vender las rosas y girasoles en frontera
11 de mayo de 2025
Un grupo de vendedores de rosas y girasoles cruzó este sábado la frontera colombo-venezolana, proveniente de la ciudad Cúcuta, en el departamento de Norte Santander, para instalarse en el centro de la ciudad de San Antonio del Táchira, municipio Bolívar, con el propósito de ofrecer el producto por el Día de Las Madres.
El grupo familiar, con varias décadas ofreciendo uno de los productos con más demanda por la celebración, armó sus tarantines en las aceras de la calle 5 con carrera 9, en pleno casco de la Villa Heroica. Este sábado, en horas de la noche, finiquitaron los detalles en cada uno de sus puestos, donde pasaron la noche a la intemperie para cuidar las rosas y esperar el arribo de los primeros clientes con el amanecer.
María Trinidad Monsalve, vendedora, precisó que lleva más de 20 años en el oficio. «Vendemos rosas, tanto en San Antonio como en Cúcuta», destacó quien puede aprovechar la celebración en ambas ciudades, pues en la capital nortesantandereana agasajan a las progenitoras el último domingo del mes.
«Estas rosas vienen de Bogotá», aseguró mientras especificaba que, por unidad, las vende a cuatro mil pesos; hay ramos de 20 y 15 mil, así como los girasoles a 10 mil pesos .«Lo que más se vende son las rosas», apuntó quien decidió, junto a sus familiares, dormir en las aceras para no gastar en hospedaje. «Si hacemos para la comida, no hacemos lo del hotel».
«El año pasado pasamos la noche con las calles a oscuras, no había luz. Este año, hay luz, no la han quitado», subrayó al tiempo que iba acomodando la mercancía para que el cliente escoja lo que más le agrade.






«Ya no es como antes»
Carlos Díaz Monsalve armó su tarantín en toda una esquina. Lo tenía bastante surtido. El joven lamenta que las ventas hayan bajo mucho. «Antes del cierra de frontera (19 de agosto de 2015), yo me traía más de 20 paquetes de flores y se vendían todas; ahora solo traigo cinco o seis paquetes y a riesgo», dijo.
«Este sábado, las ventas estuvieron flojas. La gente empezó a acercarse fue en la noche», acotó, para luego describir lo que estaba exhibido en su puesto: «tengo detalles con chocolates, rosas, vasos con rosas, peluches con chocolate. Lo que más se vende son los vasos y las girasoles».
Olga Juez, otra de las vendedoras, estaba terminando de arreglar las flores la noche del sábado. «Nuevamente estoy acá, este año han estado pesaditas las ventas, no se ve casi gente. Es muy triste porque uno llegaba acá y había mucha gente, ahora está todo apagado, las personas se han ido».
Sin embargo, espera que la gente acuda al centro y compre los girasoles, las rosas o los ramos. «Tenemos precios desde los tres mil pesos y hasta setenta mil por dos docenas de rosas. Nos ajustamos a la cantidad que requiera la gente», sentenció.
El grupo familiar espera retornar a Colombia con los potes vacíos. «Acá estamos a cualquier hora, pues en vista de que pasamos la noche al aire libre, nos da la opción de atender hasta de madrugada».
Jonathan Maldonado