Baja a 160 el número de vehículos que cruza frontera cada 10 minutos
17 de julio de 2025
Carlos Orozco Carrero
Gerardo Pérez Duque ha entrado como Individuo de Número y con todos los méritos y honores a La Academia de la Historia Tachirense. Hemos sido testigos del esfuerzo que el galeno oriundo de La Grita y con profundas raíces en San Bartolomé de El Cobre ha realizado para dejar a la posteridad todo lo que tiene que ver con los orígenes de esta población maravillosa y su desarrollo físico y humano. Un día de estos escudriñaremos un poco más en su obra dedicada a su tierra ancestral para que ustedes conozcan cómo se hace investigación cuando el amor empuja suavemente a mostrar a todos lo que identifica a los hijos de los hijos del precioso valle agrícola. Investigación in situ, le dicen los que conocen el latín nativo.
Mi tía Pulqueria siempre está fijándose en cosas nimias, caballeros. Apenas llega visita a la conversa acostumbrada con mi tío Melquiades y ella salta de repente a mitad de la sala con un coleto nuevo a tratar de secar el piso donde no está mojado. Todos sabemos que es por antipática y que lo hace para que la visita se vaya de la casa de inmediato. –¿Por qué lo haces, tía? –Es que ese condenado flaco Elpidio se ríe sin ganas de los cuentos de Melquiades y no lo soporto.
Il Giro de Italia nos guarda en casita todos los días para pasar estas invierneras entre cobijas tibias y con un jarrito de chocolate caliente con quesito derretido, pan tostado y chicharrones de los que nos brinda Jhoanna en Casa Bodegón. Nuestro representante Orluis Aular ha regalado sendos lugares en los remates al final de algunas etapas planas. Sabemos que ese es su fuerte y que su trabajo es ayudar a sus jefes de filas. –Sacudan esas cobijas porque en la noche llegan las cucarachas a buscar burusitas, grita la patrona desde la cocina. Por cierto, quiero ofrecerles un remedio infalible para aliviar el frio hereje que nos tortura por estas noches de sobadera con tuétano tibio. Agarren unas cuatro botellas plásticas grandes y llénenlas de agua caliente y ubíquenlas en la cama estratégicamente. Dormirán sabroso, cariños.
El gordo Ramón Eulalio entró en la búsqueda del record establecido hacía tiempo por Don Carlos Pacheco Lobo. Creo que todo el pueblo se arremolinó en el botiquín “Mi Delirio” para ser testigos del intento de Eulalio para ingerir todas las cervezas posibles en un tiempo de 5 minutos. Los viejos dicen que Don Carlos cayó de espaldas al velador después de empujarse 18 cervezas grandes, tipo perra loca. Nadie había intentado romper su record y llegó la hora de hacerlo. -Una…Dos…Tres…Cuatro…Cinco… Se escuchaban los murmullos en apoyo silencioso al esfuerzo del amigo de todos. –Veinte…Una más…Otra más…Otra más…Otra…Otra…!! Ramón Eulalio empujó la mesa llena de botellas vacías y soltó un madrazo antes de caer con los brazos abiertos como un ser humano que pide piedad. La algarabía no se hizo esperar y entre la muchedumbre entera se lo llevaron a su casa para darle auxilio y dejarlo en reposo por varios días. Un periodista recién graduado llegó a la casa del gordo para entrevistarlo y contar al mundo lo importante de su hazaña. –Don Ramón, ¿usted va a intentar romper su propio record de beber más veinticinco cervezas en menos de 5 minutos? –No, apreciado periodista. Es muy difícil eso. Hay que pagar las cervezas. Uno no las disfruta. Me emborracho mucho y me duele la porra unos tres días seguidos Y lo peor de todo es que mi mujer tiene una cantaleta que mata un marrano. En cada esquina una historia.
En frontera proliferan los estacionamientos
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Movilizaba armas para la AK-47 en el centro de Cúcuta
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