Hogan Vega y Dorli Silva
La carrera de Comunicación Social hoy más que nunca exige una gran responsabilidad. Los futuros comunicadores deben ser guardianes de la verdad, dotados de las herramientas para verificar, analizar y comunicar de forma ética. El objetivo final es no solo informar, sino también educar al público para que sea más crítico y exigente con la información que consume, construyendo así una sociedad mejor informada y, por ende, más resiliente frente a la desinformación.
Para los profesionales de la comunicación social, y para el público en general, es fundamental desarrollar un pensamiento crítico y aplicar estrategias para discernir la información, recuperar y mantener la credibilidad en todos los sentidos, iniciando con la verificación de las fuentes, es una fuente primaria o secundaria, y por tal motivo hacerse unas preguntas mentalmente: ¿Es un medio de comunicación reconocido y con trayectoria? ¿Un experto en la materia? ¿Una cuenta oficial? ¿O debo profundizar e investigar si la fuente tiene un historial de precisión y objetividad? De ahí que, como comunicador, debo confirmar la información en al menos dos o tres fuentes independientes y confiables.
Al mismo tiempo, con los conocimientos en las noticias, entrevistas, las ponencias, el espectáculo, otros, el análisis del contenido, los criterios que se deben cumplir, las opiniones de otros autores y su contrastación, es coherente, por conveniencia, es útil, para qué sirve, y él por qué debo redactar esa noticia. Además, es de relevancia social, qué personas están involucradas, cuáles son impactadas, qué problemas se resuelven, qué va a pasar dentro de la ética del comunicador y sus implicaciones sociales. No es fácil tomar decisiones, pero las competencias dentro de la comunicación social te impulsan cada día a ser mejor periodista con los valores de una sociedad que lo amerita.
Asimismo, la práctica, la experiencia y el conocimiento te va dando otras herramientas a evaluar, tales como examinar las fechas, la seguridad en el manejo de la información, verificando que las fechas sean actual y relevantes, te obliga a leer más allá del titular, los titulares sensacionalistas a menudo distorsionan la realidad, y de esta forma debes leer el artículo completo. El manejo de herramientas como la estadística, te ayuda a identificar o detectar el sesgo en la información, por lo tanto presta atención al lenguaje utilizado. ¿Es emotivo, parcial o equilibrado? Verifica imágenes y videos, las herramientas de verificación de imágenes y videos pueden ayudar a identificar si han sido manipulados o sacados de contexto.
Sin embargo, es crucial que los comunicadores promuevan la educación del público sobre cómo identificar la desinformación y cómo consumir noticias de manera responsable, con un periodismo de calidad. Ellos deben fomentar y apoyar el periodismo de investigación, basado en hechos, con reporteros que verifiquen meticulosamente la información, es esencial para contrarrestar los “fake news”, la transparencia que debe existir en los medios de comunicación sobre sus procesos de verificación y sus fuentes. Alcanzando un objetivo como lo es la promoción de la alfabetización mediática, y por esta razón reconozcan que se encuentran en una constante exposición a “fake news” que tiene un impacto significativo en el público, como la erosión de la confianza, mediante la desinformación, provocando desconfianza en los medios de comunicación tradicionales, en las instituciones y en la propia verdad.
Ahora bien, los “fake news” a menudo se utilizan para exacerbar divisiones y polarizar a la sociedad en torno a temas políticos, sociales o culturales. A diferencia, se toman decisiones equivocadas, todo gracias a la información falsa puede llevar a decisiones perjudiciales en la salud, finanzas o política. En contextos políticos o de crisis, la desinformación puede ser usada como una herramienta para manipular la opinión pública y desestabilizar.
En otras palabras, estudiar Comunicación Social en la actualidad es un reto fascinante, especialmente con el flujo ilimitado de información y la proliferación de “fake news” en las redes sociales. En este contexto, la credibilidad de la información y su impacto en el público general son temas cruciales que todo futuro comunicador debe comprender a fondo. Es decir, las redes sociales han transformado la forma en que consumimos noticias, pero también han difuminado las líneas entre el periodismo profesional, las opiniones personales y la desinformación. Por ejemplo, el impacto de las noticias, impulsado por las redes sociales y las tecnologías emergentes, ha transformado radicalmente el rol de los comunicadores sociales, ahora se requiere de un cambio, tanto en desafíos significativos como en nuevas oportunidades.
Por consiguiente, la inmediatez y la capacidad o condición de estar en todas partes al mismo tiempo (ubicuidad) de las redes sociales, permiten que las noticias se difundan de forma instantánea y viral, llegando a audiencias masivas en cuestión de segundos. Esto redefine el ciclo de las noticias, exigiendo a los comunicadores una respuesta más rápida y una constante actualización. Es decir, que los usuarios de redes sociales no solo consumen información, sino que también la producen y distribuyen. Esto diluye la autoridad tradicional de los medios, y los comunicadores deben lidiar con una mayor competencia y con la dificultad de destacar en un mar de contenidos. De modo similar, las redes sociales permiten la personalización de las noticias, ofreciendo a los usuarios contenido basado en sus intereses y hábitos de consumo, esto obliga a los comunicadores a entender mejor a sus audiencias y a adaptar sus mensajes para nichos específicos. Sin duda, las redes sociales facilitan la interacción bidireccional entre los comunicadores y su audiencia, lo que abre nuevas vías para el feedback, la participación y la construcción de comunidades, también expone a los comunicadores a críticas directas y a la presión de la opinión pública.
Por su parte, hay un desafío de los “fake news” y la desinformación, motivado a la facilidad con la que se propagan las noticias falsas y la desinformación en redes sociales es uno de los mayores desafíos para los comunicadores. Su papel como verificadores de hechos y promotores de la información veraz se vuelve más crucial que nunca. La volatilidad de la información y la falta de rigor periodístico en estas plataformas exigen a los comunicadores ser conscientes de la necesidad de verificar la información antes de compartirla y confiar en fuentes confiables.
Por ello se hace necesario, que todo comunicador social, incorpore en sus competencias las tecnologías emergentes, donde la Inteligencia Artificial (IA) puede automatizar tareas rutinarias del periodismo, como la generación de noticias basadas en datos (por ejemplo, resultados deportivos o informes financieros), la transcripción de entrevistas o la recopilación de datos. Esto libera a los comunicadores para enfocarse en tareas de mayor valor, como la investigación profunda, el análisis crítico y la narrativa creativa. Los algoritmos de IA permiten personalizar la entrega de noticias, adaptando el contenido a los intereses individuales de los lectores. La IA puede ayudar en la detección de patrones en grandes volúmenes de datos y en la verificación de información para combatir los “fake news”. Herramientas como Fakedetector o Google FactCheck Explorer son ejemplos de esto. La IA facilita el análisis de grandes volúmenes de datos, permitiendo a los comunicadores identificar patrones y tendencias, y descubrir nuevas perspectivas en temas complejos. La IA generativa (texto, imágenes, video) está impulsando debates sobre cómo evolucionará la profesión, y los comunicadores deberán aprender a colaborar con estas herramientas para enriquecer sus narrativas. El uso de la IA en el periodismo plantea desafíos éticos importantes, como el riesgo de sesgos algorítmicos y la necesidad de mantener la imparcialidad y la transparencia en la generación de noticias.
De igual manera, el Internet de las Cosas (IoT) y la Realidad Virtual/Aumentada (RV/RA). Por su parte, el IoT puede generar un flujo constante de datos en tiempo real desde diversos dispositivos, ofreciendo a los comunicadores nuevas fuentes de información para reportajes y análisis. La RV y la RA permiten a los periodistas crear experiencias narrativas inmersivas, conectando emocionalmente con las historias y proporcionando una visión más profunda de los acontecimientos. Esto transforma la forma en que se consume la información, desde la lectura pasiva a la experimentación activa. Los comunicadores sociales deben desarrollar nuevas habilidades que van más allá de la redacción y la entrevista tradicional. Necesitan dominar herramientas digitales, comprender algoritmos, saber analizar grandes volúmenes de datos, y tener una sólida capacidad crítica para discernir la información.
Otra tarea prioritaria, ante la avalancha de información, el comunicador se convierte en un curador de contenido y un verificador de hechos, ayudando a las audiencias a navegar por el ruido digital y a identificar fuentes confiables. En un entorno donde los “fake news” proliferan, la credibilidad se vuelve el activo más valioso del comunicador. La transparencia, la precisión y la objetividad son fundamentales para mantener la confianza de la audiencia. La forma en que se monetiza el periodismo también se ve afectada. Los comunicadores deben adaptarse a nuevos modelos de negocio, como el periodismo de suscripción, el contenido patrocinado y las nuevas formas de publicidad digital. Tanto para los comunicadores como para las audiencias, la cantidad abrumadora de información disponible puede llevar a la sobrecarga y a la dificultad de seleccionar y procesar lo relevante.
En síntesis, las redes sociales e innovaciones como la inteligencia artificial, la tecnología cuántica e internet han forzado a los comunicadores sociales a una redefinición de su profesión. El desafío es adaptarse a un entorno dinámico, aprovechar las oportunidades que brindan estas tecnologías para mejorar la calidad y el alcance de la información, y, sobre todo, reafirmar el compromiso con la ética, la veracidad y la credibilidad en la era digital. Por tal motivo, en Venezuela cada 27 de junio se festeja el Día del Oeriodista, y a nivel mundial, desde 1958, cada 8 de septiembre se conmemora el Día Internacional del Periodista. Para todos los periodistas, felicitaciones por su loable labor. Para tal efecto, cerramos con la siguiente frase: El éxito comienza en tu mente. Cree en ti mismo y tu potencial, y el mundo creerá en ti también.